Los herederos de Sarasola tendrán que pagar 34 millones al Grupo Torras, y de quién era amigo.
09/01/2012
El Juzgado de Primera Instancia número 63 de Madrid ha
condenado a los herederos de Enrique Sarasola a pagar al Grupo Torras 34
millones de euros como compensación por las comisiones cobradas
indebidamente por el empresario al hilo de las gestiones realizadas con
la firma KIO en los años ochenta y noventa.
Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, la esposa y los hijos de Sarasola
aceptaron de manera tácita la herencia del empresario al hacerse cargo
de sus negocios, lo que les obliga legalmente a responder tanto de sus
deudas como de los intereses acumulados.
La sentencia del 'Caso
Croesus' -en el que Javier de la Rosa fue condenado a cuatro años de
prisión- declaró en 2008 la responsabilidad civil de Sarasola por
apropiarse indebidamente de 27,4 millones de dólares (21,51 millones de euros) del Grupo Torras en el transcurso de una gestión con la firma KIO.
Además,
la sentencia del 'Caso Pincico' exigió a Sarasola en 2006 la devolución
de 1,1 millones de dólares (0,86 millones de euros) al Grupo Torras, un
dinero que el empresario había desviado a sus cuentas en Suiza.
Las
deudas nunca fueron abonadas al Grupo Torras, ya que Sarasola murió en
2002, incluso antes de que terminara el juicio por estos casos, por lo
que la compañía exigió a sus herederos que se hicieran cargo de ellas.
La
esposa y los hijos del empresario rechazaron entonces la herencia, a
pesar de que ya habían participado en las gestión de sus negocios, algo
que según el juzgado supone una 'aceptación tácita'.
La sentencia conocida hoy da la razón al Grupo Torras, de manera que la viuda y los hijos de Sarasola tendrán
que abonarle un total de 34,093 millones de euros (21,51 millones
correspondientes al 'Caso Croesus', 0,86 millones correspondientes al
'Caso Pincico' y 11,71 millones de intereses), además de pagar las costas.
La sentencia también declara el levantamiento del velo de la sociedad
holandesa Azulintas, al considerar que 'es una sociedad instrumental de
la familia Sarasola, utilizada con abuso de su personalidad, a fin de
ocultar los bienes de Enrique Sarasola y ponerlos a salvo de sus
acreedores'.
El texto insiste en que los herederos de Sarasola
aceptaron de hecho la herencia a su muerte, ya que participaron en la
Junta General de Accionistas de la sociedad Hipódromos y Caballos, uno
de los negocios familiares, como gestores y se asignaron salarios.
Además,
'desregularizaron préstamos' por 16 millones de euros para los
accionistas y contrataron como asesores a firmas que, en realidad, eran
propiedad de los propios hijos de Sarasola con el objetivo de 'vaciar de
activos la sociedad' antes de que fuera embargada.
Los hijos y la
esposa de Sarasola intentaron incluso hacer pasar por heredera a la
madre del empresario, Eustaquia Sarasola, ya fallecida, algo que ha sido
declarado nulo por la sentencia.
De la misma manera, se declara nula la declaración de renuncia a la herencia formulada por los hijos y la esposa.
Los
casos 'Croesus' y 'Pincinco' consistieron en la trasmisión de grandes
cantidades de dinero del Grupo Torras a sociedades 'insolventes e
inactivas, meras pantallas' que se hacían pasar por préstamos.
Después estos fondos eran traspasados a cuentas en paraísos fiscales de varios individuos, entre ellos Enrique Sarasola.
Agencia EFE
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