18 feb 2012

Al sol de Fuerteventura: Antes callaban, ahora protestan

Al sol de Fuerteventura: Antes callaban, ahora protestan: Los de siempre, a lo de siempre: A lo suyo Parece que ayer se dio el pistoletazo de salida y la izquierda de este país junto a CC.OO...
De la algarada al Consejo de administración

Un ejemplo de la doble vida que llevan los dirigentes sindicales es el de José Ricardo Martínez Castro, el segundo de Cándido Méndez, en la UGT de Madrid. Los insultos de este líder sindical han sido ya noticia en numerosas ocasiones y no ha tenido ningún problema en hacer lo contrario a lo que predica. Ayer mismo aún apareció ante las cámaras de TV bramando contra Esperanza Aguirre  diciendo que “Vamos a tomar lo que es nuestro, la calle” por la reforma laboral propuesta por el PP.  José Ricardo Martínez, ha vuelto, una vez más, a recurrir al insulto y a la coacción contra todos aquellos que no comulgan con sus postulados. Y Esperanza Aguirre se ha convertido de nuevo en su principal objetivo. Aprovechando el anuncio de la Reforma Laboral ha amenazado con una huelga general y ha dicho que la presidenta de la Comunidad de Madrid es una "reliquia cañí del tardofranquismo".
Este señor ya se había destacado en su radicalidad la huelga de los profesores de secundaria. Resulta que lleva una doble vida. Cuando sale de su casa no se sabe tiene que decidir si se pone el traje de alpaca y la corbata o el pantalón de pana y la camisa a cuadros según sea el programa del día.
Tras dejar a sus hijos en su colegio de pago, Martínez agarraba una pancarta y ha participado en «cadenas humanas» –bajo el lema «Escuela pública de todos para todos»– en contra de la política educativa de Esperanza Aguirre. Martínez ha sido uno de los promotores de la huelga, que ha dejado sin clase durante bastantes dias a más de 400.000 estudiantes; unos paros que sin embargo no han afectado a sus hijos, ya que los docentes del Colegio Arturo Soria no estaban llamados a secundarla por ser un centro de pago.
José Ricardo Martínez, veterano sindicalista y mano derecha de Cándido Méndez, lejos de apostar por uno de los centros públicos de la Comunidad de Madrid, tiene escolarizados a sus hijos en el Colegio Arturo Soria de la capital; un centro que tal y como se presenta en su página web es un «colegio privado, de educación mixta y no confesional». Es más, el centro elegido por Martínez para sus hijos, está situado en el elitista barrio del mismo nombre y por él los padres pagan 398 euros mensuales en el caso de los más pequeños y 440 en Secundaria.
En concreto, el colegio de los hijos del líder de UGT es una Sociedad Cooperativa sin ánimo de lucro, financiada gracias a las cuotas de los padres de los alumnos. El Arturo Soria fue el primero de España en obtener en 1998 el Certificado de Calidad con la agencia AENOR; el 100% de sus alumnos aprobaron Selectividad el pasado curso y su oferta educativa incluye un departamento de enseñanza artística especializada, inglés desde Infantil, y francés o alemán desde los doce años. Sus instalaciones cuentan con tres laboratorios,  gimnasio, tatami, tres comedores, a razón de 121 euros por alumno.
Este señor que ya estaba en el consejo de administración de Caja Madrid desde 2009 es el cabecilla de UGT en Madrid y quien saca a la calle a los piquetes que destrozan las cerraduras y agrden a los trabajadores y le monta toda clase de esperpentos a Esperanza Aguirre como la la huelga del metro, la reciente de los profesores o ahora que amenaza ahora salir a la calle por la reforma laboral.
Resulta que ayer mismo fue ratificado por Rodrigo Rato como consejero de Bankia con una retribución aproximada de 180.000 Euros anuales, unicamente por parte de esta entidad… ¿No se había acabado la politización de las cajas?... Parece que el Sr Martinez al conocer la noticia de su ratificación  se ha apresurado a borrar de Google cualquier información sobre sus dilatadas actividades sindicales.

Probablemente en cuando termine su jornada el Sr. Martinez seguirá frecuentando los restaurantes de lujo de Madrid (Le encanta el del Villamagna) para comentar la jugada con sus colegas sindicalistas.
Autor: Los rábanos por las hojas