14 nov 2012


ESTADISTICAMENTE TODO ESE EXPLICA PERSONALMENTE TODO SE COMPLICA. 
EN LA JUSTICIA Y EN LALIN, NI SE EXPLICA ESTADÍSTICAMENTE Y SÍ SE COMPLICA PERSONALMENTE , POR LA INCOMPETENCIA DE LA ADMINISTRACIÓN.


Autor: José Piñeiro , Pedagogo y Presidente Equipo jurídico EIA Consultoría Asesoría. 2012-10-27


Reflexiones sobre el caso de Lalín y los acusados José Mouriño y Carmen Reboredo.


Dicen ilustres pensadores: “ Hay que hacer buenas leyes, pocas y que se cumplan , no muchas y malas y que se incumplan.

Nuestro despacho y equipo jurídico –el que yo presido EIA Consultoría Asesoría-- viene desarrollando su actividad desde hace años, y lo hace en diversos campos de la actividad social , profesional y mercantil y a estas alturas no nos sorprende nada, sabemos a lo que nos enfrentamos, y sabemos que en la España actual, todo lo que parece verdad puede ser una gran mentira. Sin duda vivimos en una democracia secuestrada.

Nosotros trabajamos en equipos multidisciplinares y de forma y manera trasversal aprovechando todos los saberes y sobre todo hacemos lo que otros no hacen, estamos sin duda en la innovación y en la creación, y sobre todo en Europa, en esa entidad que todos queremos pero a la que nadie hace caso en el cumplimiento de su marco jurídico y en el cumplimiento de reglamentos, directivas y sentencias. Puede parecer un escarnio lo que digo pero es una cruda realidad, nuestros juzgadores y nuestros responsables políticos hacen agua por doquier y se ríen de las sentencias de la UE y de sus tribunales de una manera cuasidelictual, pero nadie es capaz de ponerle coto, así nos va en España donde nuestros jóvenes ya se ven obligados a emigrar.

Nuestro sistema judicial, es una de los pocos de la administración donde el ciudadano no participa, todas las administraciones tiene órganos de participación, en los centros educativos las APAS, en la universidades los consejos de estudiantes, etc … en nuestro sistema judicial todo están en manos de personas que se creen auténticos Dioses y por lo tanto no rinden cuenta a nadie ni son evaluados por la sociedad, incluso mucha veces son jueces y a la vez políticos.

Los gremios, especialmente de profesiones litigiosas que dominan sobre todo la judicatura y la dictadura meritocratica del aparato judicial, no están dispuestos a ceder un milímetro de sus ganancias a consta de los derechos humanos y constitucionales. Se les llena la boca de garantismos, derechos, etc pero sólo persiguen seguir llenando sus bolsillos a consta de las miserias de sus conciudadanos, vivir lujosamente de ellos, causando un grave perjuicio amen de una gran amenaza para el progreso y la democracia y el estado de derecho.

Un caso evidente de lo que digo, es sin duda el caso de Lalín donde se han visto implicados toda una familia con el resultado de varios muertos y de una mujer Carmen Reboredo aquejada de una enfermedad en la que en principio fue tratada por los servicios públicos para después ser abandonada. No quiero para nada entrar a juzgar a nadie; decían los viejos: que no se debe juzgar a nadie hasta haber andado una milla en sus zapatillas, y en el presente caso sólo pretendo entrar en la grave situación e injusticia que se vienen haciendo por la incompetencia del sistema judicial, que no sirve los intereses generales ni sirve a la sociedad.

Después del gravísimo suceso, con el resultado de varios muertos, el matrimonio fue ingresado en prisión donde estuvo casi un año y medio, con una pena adelantada y con el fin de que no se destruyeran pruebas. La justicia ni de oficio ni de modo alguno hizo gestión o impulsó acto en cumplimiento de sus obligaciones legales, para poder otorgar justicia; sino que abandonó en la prisión a los supuestos autores y el caso. Después de más de un año abandonados tuvo que ser nuestro equipo jurídico el que después de pelearse con todos lográramos sus libertades, con gran sorpresa para propios y extraños. Mientras tanto la situación de la familia se fue agravando sumiéndolos en la ruina y vulnerando el principio constitucional de Inocencia. Lo más sorprendente es que nosotros hicimos nuestro trabajo y por ello fuimos investigados, nuestros profesionales que postulaban en el asunto directamente fueron requeridos y maltratados y como siempre no pasó nada, nadie pagó por la gravedad de los ataques a los que fuimos sometidos. El colegio de abogados de Pontevedra informó vulnerando la LPD sobre un colegiado que no pertenecía a su colegio, el juzgado ni había leído la personación donde se indicaba el colegio al que pertenecía la profesional de nuestro despacho.

Pero para mayor gloria, el juzgado de Lalín, se cubre de mayores méritos para demostrar su incompetencia cuando en una resolución se nos dice que podemos presentar un recurso confundiéndose en el mismo, resulta que un titular de un juzgado ignora la ley y en vez de causar un perjuicio a ese juzgado se le causa a los propios interesados, es decir,  a los justiciables y por lo tanto a la sociedad. Debe quedar claro que la burrocracia de éste sistema judicial no busca la verdad, no busca hacer justicia, sino, vivir de la cosa pública y pasar la vida lo mejor que pueden, sino , no nos explicamos todo lo que viene pasando y el abandono en el que se viene sumiendo este caso como muchos otros. Nuestro sistema judicial no funciona, está lleno de jueces metidos a políticos y de políticos metidos a jueces, y aún por encima lleno de un derecho romano estúpido que cercena los derechos humanos como la autodefensa, e impone la obligatoriedad del procurador etc.

Si todo lo dicho no llega, el error monumental cometido por el juzgado de Lalín y enmendado por la Audiencia Provincial de Pontevedra, nos ha obligado a presentar un recurso de amparo ante el Tribunal constitucional, esto hace que la acción de la justicia haga interminable este caso y por lo tanto saber la verdad y la justicia.

El panorama es desolador para este caso y para muchos otros, pero, sin duda, la culpa no es del ciudadano, es sin duda de los poderes públicos que no acaban de enterarse de que hay que mudar, hay que cambiar para que España deje de ser el país con más litigios y personas que sin aportar nada viven de ellos. En Lalín hay dos ciudadanos acusados que llevan años esperando justicia y una justicia esperando que pasen los días y los años para tener el estómago bien lleno, y con el agravante de vivir de los clientes ciudadanos que les pagamos.