2 mar 2008

Homenaje a las tres mujeres de EIA socias fundadores.



Las tres mujeres de EIA, mujeres que han hecho posible un gran proyecto, sin ellas nada de lo que llevamos hecho sería posible, sin ellas el proyecto nunca estaría en marcha y sin ellas no seguiría en pie, como dicen la gran caminata comienza con el primer paso, EIA ya ha dado muchos y ahora está dentro de la excelencia dentro de la calidad de todos los servicios que presta, y el mejor capital, el humano que son las mujeres de EIA.

el carnet por puntos, y la falta de pudor de nuestros gobernantes


EL CARNET POR PUNTOS Y LA FALTA DE PUDOR DE NUESTROS GOBERNANTES “UNA MÁS”.


Después de leer a nuestro estimado Ministro del Interior –conocido por el Portavoz que nunca Miente- no dejo de recordar a mi profesor de Derecho penal Stampa Bran el cual decia: “Conoceréis a un país no por su derecho constitucional sino por su derecho Penal”, y en estos momentos –venimos sufriendo esto desde hace tiempo, gobierne quién gobierne—se ha dispuesto penalizar igual que hacía el generalísimo Franco – esto no es nuevo—a todos los ciudadanos que rebasen en nuestras carreteras ciertos límites de velocidad y no se han parado a pensar el colapso que va a significar para nuestra torpe y arcaica administración de justicia esta norma legal; El paso sustantivo a la llamada ley de “todos a la cárcel” mediante la figura penal del Delito contra la seguridad del tráfico no va aparejada con la realidad social de nuestros vehículos infraestructuras y velocidad viaria, ni con la realidad de un proceder claro de la DGT, que monopoliza todo en aras de una pretendida actuación que intuimos beneficia sólo a unos cuantos –como hizo siempre-- y en términos monetarios no eficientista y legal (Gestores administrativos, autoescuelas etc . Ver acuerdo CNAE, sobre cursos de reeducación vial)

Pretenden con ello –dicen—disminuir los muertos en nuestras carreteras –infamia y engaño—y al lado no contemplan la realidad social y el pésimo estado de nuestra red viaria, de la falta de adaptación de las vías a la velocidad por la que se puede circular por ellas –pésimo y anormal señalización y acomodación de la velocidad—y pretenden que nuestros jóvenes tengan todos el permiso de conducir –a precios prohibitivos, excepto para los hijos de los políticos—pero los meteremos a todos en las cárceles y con ello solucionaremos el problema ya grave de por sí y en la actualiadad.

Cada día me quedo más perplejo, nuestros jóvenes –sin la norma en cuestión—están pasando a diario por los juzgados y muchos van a parar a prisión, y creo que es por algo muy importante y que no se tiene en cuenta: Nuestros jóvenes, nuestro pueblo, ya no cree en las normas que regulan la vida social, nuestros jóvenes pasan de todo y carecen de valores, debido a la falta de ellos en los encargados de dar ejemplo, mediante el que aprenden vicariamente; nuestros jóvenes ya no creen en la participación para cambiar o motivar el progreso social y todo ello debido a la falta de ejemplos positivos y moralizantes, sobre todo de los encargados de legislar, ejecutar y juzgar, todo, todo es barriobajero y en interés de los que mandan y en perjuicio de los que obedecen.

Dicen, los sabios: “Un pueblo que carece de sentimientos y de amor a sus leyes y a sus encargados de mantenerlas es un pueblo en decadencia”, esto es lo que han logrado en la actualidad ,una clara y franca separación o divorcio, entre el pueblo y la clase dirigente política, los cuales sólo llaman al pueblo en período electoral para –alejados de la realidad—prometer para y luego olvidarse de lo prometido y del pueblo que los legitima, en fin para obtener grandes patrimonios dejando a nuestros jóvenes abandonados y sin un hueco –aunque sea de cuarenta metros—donde poder decir, soy independiente y puedo comenzar una vida autónoma y completa.

No nos extraña, ésta es otra más, para seguir en una lucha entre dos grupos bien definidos, los padres de la patria y la nueva sociedad de los dos tercios que no son capaces de lograr un cambio y ahondar en los derechos sociales o ius naturales, otra vez se ve que se está pidiendo a gritos otra gran revolución como la francesa y otros Jacobinos, mientras: “Todos a la Cárcel” continuamos como en la época de Aznar, en la etapa del Señor Zapatero, que oye pero no escucha.

Los Españoles y la retranca

LOS ESPAÑOLES Y LA RETRANCA

Se encuentran un Francés, un inglés y un español en una cafetería, de repente, el francés dice: “Mirad, ese de ahí es igualito a Jesucristo”, “Va, qué va”, le contestan. “Que sí, que sí. ¡Pero si es igualito! La barba, la túnica... Es Jesucristo, seguro”. Se levanta el inglés, se dirige hacia el hombre de la mesa y, tanto le insiste, que el tipo le susurra: “Si, soy Jesucristo, pero habla bajito y ¡no lo comentes!”. El ingles, loco de alegría, le dice: “Tengo una lesión en la rodilla. Por favor, cúrame”. Jesucristo le pone la mano sobre la rodilla y le cura. El inglés vuelve a la mesa y, claro, se lo cuenta todo al francés y al español. Se levanta el francés, va corriendo hasta la mesa de Jesucristo y le dice:”Me ha dicho mi amigo ingles que tú eres Jesucristo. Tengo un ojo de cristal. Por favor, ayúdame”. Jesucristo le pone la mano en el ojo y se lo cura. El inglés vuelve y lo cuenta a sus amigos.
Jesucristo empieza a pensar que en breves instantes aparecerá por allí el español. Querrá, como todos, que le cure;pero el tiempo pasa y el español no se mueve, entonces Jesucristo, ya mosqueado y picado por la curiosidad, se levanta, va hacia la mesa, poniéndole una mano en el hombro al español, le pregunta: “Oye, ¿y tú por qué no..?. De pronto, el español salta de la silla y, apartándose violentamente, le dice: “¡Eh!, ¡sin tocar, que estoy de baja!”. España e el país de la picardía, comentó el profesor e inicio el segundo ejemplo. Leyó una noticia de New York Times: “Los directivos de una compañía de seguros intentan averiguar por que nadie se percato de que uno de sus empleados estuvo muerto, sentado en su mesa durante cinco días, sin que nadie se interesara por él ni le preguntara que le ocurría. El hombre, de 55 años, que trabajaba en la empresa desde hacia 30, sufrió un paro cardiaco en una oficina que compartía con 21 trabajadores. El lunes llegó al trabajo, pero nadie se dio cuenta que no se marcho, hasta que el sábado el personal de la limpieza le pregunto que hacia allí en fin de semana. El jefe del fallecido declaro que siempre era el primero en llegar y el ultimo en marcharse, por loo que a nadie le extraño que estuviera todo el tiempo en su sitio sin moverse y sin decir nada. Era bastante reservado y su trabajo lo absorbía. Un examen post mortem revelo que llevaba muerto cinco días tras sufrir un infarto”. El profesor concluyo la clase con un consejo: no llegar el primero a la oficina, no irse el ultimo y no trabajar demasiado. ¡Nadie se dará cuenta!