12 jul 2009

Julian lago trasladado a España.


Julián Lago espera el avión que le lleve a España y al "milagro"
12.07.09 12:44. Archivado en personajes


La descripción del estado en que se encuentra Julián Lago se resume en la ficha médica que acompaña su historial clínico: "Lleva [a fecha 7 de julio] 54 días en la UVI, 54 días desde que se le operó del hematoma subdural derecho [en el cráneo], 48 días de un cuadro de necrosis intestinal...".
Está en coma. Pero el diagnóstico es claro: "El paciente se halla en condiciones de ser trasladado a su país de origen [con cuidados intensivos y respirador]".
Durante las primeras semanas era imposible trasladarle a España porque se podía poner en riesgo su vida. El reciente informe del 7 de julio, firmado por sus médicos paraguayos, señala que ya se puede.
LA NOVIA PARAGUAYA
Pablo Amarilla y Martín Mucha publican este domingo en el suplemento Crónica de El Mundo una entrevista con la novia paraguaya de Julián Lago, una veinteañerallamada Elva Yolanda Franco Drakeford.
-¿Cómo describirías a Julián?-Como un hombre solo, -responde, parafraseando el título de su último libro.
-¿Por qué decidió venir a Paraguay?-Necesitaba cariño. Él vino en busca de una familia y lo consiguió aquí, pero esto él lo sabe y por eso se va a levantar, por eso lucha todos los días y por eso yo estoy a su lado.
LOS PLANES DE JULIÁN
Antes de exiliarse, Julián se despidió de su hermano mayor, Jesús. Le contó que iba a ayudar a la gente de allí. Después, muy en su estilo, hizo un anuncio público en televisión [en el programa El gato al agua de Intereconomía TV]. Y partió.
El plan era residir en el pueblo Simón Bolívar, distante 160 kilómetros de Asunción, una localidad con no más de 8.000 habitantes. Le gustaba la soledad del lugar, su calor, su campo.
Compró una finca de 66 hectáreas, varias cabezas de ganado vacuno... Cuando las vio, sacó el capote [su gran frustración fue no llegar a ser torero profesional, sólo alcanzó el carné de novillero] e hizo una media verónica luchando contra el aire... El único recuerdo de esa felicidad es una foto donde él juega a ser un matador.
Poco después, un accidente, producido el jueves 14 de mayo de 2009, truncaría sus planes. Roque Lugo, un motorista de 23 años, le atropelló cuando salía de su coche.
Julián iba a comprar un espejo para la casa que estaba construyendo. El motociclista no le vio y, cuando quiso frenar, ya era tarde. Lloviznaba esa mañana.
Tras 10 minutos, los bomberos llegaron. Le dieron los primeros auxilios. Él todavía estaba consciente y, cuando le pusieron el cuello ortopédico, pudo gritar que se ahogaba, dando muestras de lo que sentía a pesar del fuerte golpe recibido en la cabeza. Luego llegó la oscuridad.