25 feb 2010

Los suboficiales del ejército obtendrán un título de Formación Profesional

Redacción de Educaweb.com

Los militares que ingresen en la escala de suboficiales obtendrán un título de Formación Profesional, tal y como establece un convenio firmado por Ángel Gabilondo, ministro de Educación y Carme Chacón, ministra de Defensa.A partir de ahora, los títulos que obtengan los suboficiales serán los de Formación Profesional. Para ello, el Ministerio de Educación autorizará sus enseñanzas a las Academias Militares del Ministerio de Defensa, donde esta formación se complementará con otros estudios propios de la carrera militar.Para poner en marcha este convenio se ha constituido un grupo de trabajo compuesto por representantes de ambos ministerios que ya está analizando aquellas titulaciones de Formación Profesional más relacionadas con la formación de la carrera militar, así como su coordinación con los contenidos específicos de la formación militar.Algunas de las familias profesionales en las que ya se han iniciado trabajos conjuntos son Electricidad y Electrónica, Edificación y Obra Civil, Marítimo-Pesquera, Seguridad y Medio Ambiente o Administración y Gestión.El acuerdo también permitirá orientar la formación permanente de tropa y marinería para que puedan adquirir, actualizar o ampliar sus conocimientos "en beneficio de su desarrollo profesional y personal". Además, se prevé fomentar el desarrollo profesional de los militares de tropa y marinería a través de la oferta anual de plazas en estudios destinados a la obtención del título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria (ESO).

JUEVES 25 DE FEBRERO DE 2010

El blog de Lezcano,

La democracia rehabilita con honores a los "valientes" militares de la UMD, ¿PARA CUANDO LOS GUARDIAS CIVILES?

Me gustaría dedicar mis palabras de una manera muy especial para aquellos guardias civiles que pertenecieron al Sindicato Clandestino de la Guardia Civil (SUGC). Los que no estuvieron allí, nunca podrán comprenderlo. Un saludo compañeros.

El pasado 17 de febrero de 2010, pude leer con profunda satisfacción y orgullo, una noticia del periódico “El país”, que decía lo siguiente:

La democracia rehabilita con honores a los "valientes" militares de la UMD

El asunto podía haberse zanjado con una declaración institucional o una reparación simbólica, pero la ministra de Defensa, Carme Chacón, quiso condecorarlos con la Cruz del Mérito Militar, porque ésa "es la recompensa tangible que todo militar espera tras la declaración de unos méritos". Y esos méritos, a su juicio, son incuestionables: los antiguos miembros de la Unión Militar Democrática (UMD), que se enfrentaron a la dictadura desde dentro del Ejército para impedir que ésta se perpetuara, eran unos "valientes que sabían muy bien a lo que se exponían y siguieron adelante".

El precio que pagaron fue alto: la cárcel y la expulsión en unos casos, la discriminación profesional en otros y el ostracismo en todos. "Treinta y cinco años es un plazo muy largo para saldar una deuda, demasiado largo para aquellos que no pueden vivir en este momento", reconoció Chacón, tras recordar a su difunto compañero Juli Busquets, fundador de la UMD y diputado socialista. "Este acto llega con mucho retraso, pero no por ello era menos necesario", insistió.

"Creo que el principal logro de la UMD fue dar aliento a quienes luchaban por la democracia desde asociaciones políticas, hacerles saber que dentro de las Fuerzas Armadas también había gente en esa lucha", explicó el coronel Luis Otero. Pasó un año en prisión pero, aun así, sostiene que "valió la pena".

Ayer le arroparon, entre otros, el presidente del Congreso, José Bono -que fue abogado de miembros de la UMD-, el magistrado del Supremo José Antonio Martín Pallín y diputados como Ciprià Ciscar y Gaspar Llamazares, además de los jefes de la cúpula militar, salvo el de Tierra, que excusó su ausencia.

Nada más “llenarme de orgullo y satisfacción” (como dirían algunos) dicha lectura, me sumí en una profunda tristeza, al comprobar sin embargo como los guardias civiles no corrían la misma suerte.

Como bien expresa una página de facebook, dedicada a la denominada “operación columna”, durante el mandato de Felipe González en el gobierno del PSOE, década de los 80 a 90, se produjo una feroz persecución contra todos aquellos guardias civiles, sospechosos de simpatizar y ser responsables delSINDICATO CLANDESTINO DE LA GUARDIA CIVIL (SUGC). Dichos guardias civiles, en plena era demócrata, sufrieron gravísimas consecuencias derivadas de su actividad pseudo-sindical. Muchos de ellos fueron expulsados después de sufrir condena, ser encerrados en prisiones militares, e incluso algunos fueron torturados y maltratados. Otros encerrados en hospitales psiquiatricos, y la mayoría de ellos fueron marcados en sus historiales profesionales, vetándoles en muchos casos para la práctica de sus actividades profesionales. Algunos aún siguen viviendo la marginación y el olvido de un Gobierno que ha sido capaz de elogiar la actividad asociativa de unos, mientras sanciona en plena era democrática a otros por realizar actividades sindicales, o incluso sigue marcando y lacerando sus actividades profesionales, sumiéndoles en diferentes tribunales médicos y psiquiátricos, que acaban en el retiro del Cuerpo en su gran mayoría, enmascarando en una enfermedad mental, el desarrollo y la defensa de los derechos de los guardias civiles, como pasaba en los años 90, en la época de Felipe González.

Recientemente se llevó al Congreso de los Diputados, una proposición no de Ley, para que readmitiesen a los guardias civiles expulsados, sin embargo el proceso es lento y mientras tanto muchos guardias civiles que han desarrollado actividades asociativas de marcado carácter social y que han podido ser inconveniente para el Cuerpo, siguen padeciendo el acoso y la vulneración de sus derechos constitucionales, amparándose en una mal entendido y nefastamente interpretado carácter militar, encontrándonos con numerosos expedientes de retiro de agentes jóvenes con sobrada experiencia en el Cuerpo. Los cuales en su mayoría y de manera casual, se han visto involucrados de una manera u otra en la realización de actividades asociativas o sindicales. Desde luego y como se suele decir en ajedrez, a veces hay que sacrificar a un peón para matar a un Rey y no hay mejor manera que ir asesinando uno a uno a los peones que se dedican a realizar actividades reivindicativas, para cercenar de una vez por todas la cabeza del Rey. “El movimiento reivindicativo de la guardia civil”.

Desde este humilde blog (como a mi me gusta decir), pero que me consta que leen personas muy ilustradas dentro del marco parlamentario y gubernamental, pido y exijo JUSTICIA. Simplemente la misma que se ha tenido con la UMD y dirijo mis palabras, no solo a la Ministra de defensa; sino también a la de Igualdad.

Excmas. Sras. Ministras con todo mi corazón les pido lo mismo sencillamente que ya han concedido a otros Cuerpos, que no es otra cosa que el de podernos sentir también ciudadanos con derechos.