LA FORMACIÓN ONLINE CONTINÚA AFIANZÁNDOSE ENTRE LOS INTERNAUTAS Y COMIENZA A APLICAR LAS ÚLTIMAS HERRAMIENTAS QUE APARECEN EN EL MERCADO.
Siempre se ha dicho que el saber no ocupa lugar, que no tiene límites. Y con la entrada en escena de la formación online este refrán ha cobrado más sentido que nunca.
Esta fórmula de aprendizaje, conocida como e-learning, se ha convertido en una vía perfecta para obtener o ampliar conocimientos sobre una determinada materia de forma rápida, cómoda y fácil.
La razón no es otra que el vehículo utilizado para su transmisión, Internet permite ofrecer incalculables prestaciones, las que conocemos, las que empezamos a oír y las que todavía ni nos imaginamos.
Los cursos online, que ya son algo familiar para muchas personas, no son una excepción en este sentido se están afianzado pero todavía tienen mucho que aportar.
En sus inicios, cuando empezaron a surgir los portales que incorporaban cursos de formación online, además de utilizar formatos bastante básicos, se apreciaba que pocas personas accedían a ellos por las barreras tecnológicas que existían. El acceso a Internet no era tan universal como lo puede ser hoy en día y, por lo tanto, la tecnología en sí misma constituía un freno de desarrollo.
Ahora la situación es distinta, porque este inconveniente, en gran medida, ha desaparecido. No sólo porque mucha más gente tiene ordenador en casa, sino porque es un instrumento de trabajo común y existen centros que ponen equipos informáticos a disposición de todos los ciudadanos.
Así pues, si la tecnología ya no es un problema, ¿cuáles son los retos del e-learning?
Los internautas que quieren formarse desde sus ordenadores necesitan un servicio completo que les anime a empezar y acabar un curso, porque uno de los mayores caballos de batalla que tiene este sistema es el abandono provocado por una pérdida de interés.
Evitar que esta situación se produzca depende íntegramente del promotor de la plataforma web. Depende de él, porque, aunque es la propia persona la que ha de ser constante, el responsable del portal es quien tiene que incentivar esa constancia.
Contenidos de interés, diseño atractivo, aplicaciones de última generación, una buena gestión y servicios de valor añadido, son las bases sobre las que se asienta una buena plataforma de formación online.
En lo que respecta a los contenidos, son la esencia de este tipo de iniciativas, así que han de estar perfectamente estudiados, cuidados y actualizados.
Han de ser importantes para el alumno. La respuesta a un desconocimiento existente con anterioridad. Por lo tanto, es preciso centrarse en una determinada materia, analizar las necesidades de los alumnos potenciales y crear un contenido de calidad.
Para que los cursos tengan éxito, además de este trabajo inicial, es preciso actualizar toda la información recopilada para que no se quede obsoleta.
La experiencia en este campo apunta a que las enseñanzas técnicas despiertan bastante interés entre los ciudadanos, posiblemente porque ven en ellas la oportunidad de adquirir conocimientos específicos de forma rápida.
Otras características como el diseño, las aplicaciones o la gestión son cuestiones visuales que también tienen su parcela de importancia. Es decir, la plataforma tiene que entrar por los ojos, porque siempre es más probable que una persona se detenga en un site que es atractivo, tiene herramientas interesantes y está bien organizado y gestionado.
Quizás hasta este punto es relativamente fácil posicionarse, así que hay que hacer algo más y aquí entra en juego el valor añadido. Los servicios de valor añadido pueden ser muy diversos y, entre ellos, uno de los más relevantes es el de la figura del tutor, lo que significa asesoramiento constante y actulizado.
La comunicación ocupa un papel muy importante en los servicios por la Red. En las acciones de e-learning cumple una doble función; Por un lado, establecer relaciones con otros usuarios de los cursos y, por otro, contactar con una persona especializada que resuelva dudas o sugerencias.
Por otra parte, existen otras prestaciones que también son muy valoradas por los estudiantes online.
Entre ellos cabe destacar apoyos en soporte audiovisual, que completan la información recogida en el curso y que se pueden consultar durante el desarrollo del mismo. Contenidos locutados que refuerzan el mensaje lanzado en los cursos o pequeños cuestionarios intercalados que afiancen ideas vistas anteriormente en la programación.
Finalmente, también es positivo que estas plataformas incorporen sistemas de autoevaluación, para que haya una motivación extra y los alumnos puedan comprobar el éxito de sus esfuerzos.
Todas estas características son las que hacen que un internauta se decida por una web o por otra, junto a otro factor de gran importancia: el precio. Y es que ésta es una cuestión fundamental a la hora de hacer la elección.
No hay que caer en el error de pensar que sólo los cursos de pago son de calidad, porque no es así, existen muchos portales que ofrecen formación gratuita de interés y con buenos contenidos encontrárlos es una habilidad de navegar e informarse.
El futuro del e-learning es muy prometedor, sobre todo con la incorporación a sus servicios de las aplicaciones novedosas que van surgiendo en este área, tales como las redes sociales, las técnicas virtuales o el uso del móvil, estudiar en red es una cuestión de tiempo que ya llegó.
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