18 sept 2008

AEIA, centro pionero en favorecer a excluidos y minorias desfavorecidas

En nuestro país nos encontramos de lleno siempre con la mística de Felipe II, nuestros gobernantes no son capaces de reflexionar hacia atrás para aprender y de ver para adelante para mejorar, sólo están viéndose el obligo a diario y también porque no decirlo, haciéndose con más renta y riqueza a costa de todos; mantienen a grupos --como los sindicatos-- que son una lacra y no sirven a los intereses generales , ni a los trabajadores ni a los que ya forman la sociedad de los dos tercios, --¿cuándo se les va investigar, sorprendidos quedariamos?-- pero, hablan y hablan mucho, mientras se mantienen y bien a costa de la cosa pública, AEIA, Centro de Formación, habla poco y hace mucho, y muchas veces con muchas dificultades, y mientras nuestro Gobierno Sociolisto, firma con las autoescuelas, vulnerando la Ley de la Competencia, precios fijos y entrega de los cursos de reeducación a las autoescuelas y proletariza a los profesionales con competencias en la materia, los hechos son tozudos y ante la gravedad de la situación sólo nos queda actuar, para ayudar a los más desfavorecidos, es nuestra obligación , el Gobierno de Zapatero ya se encarga de ayudar a los que más tienen, un ejemplo: la cesión es exclusividad de los cursos de reeducación y sensibilización de trafico, que por cierto no lo hacen, se quedan con la mayoría del presupuesto y lo ceden a centros privados, no es creible pero es real, esperemos que el tribunal de la competencia nuevamente condene a este gobierno que no se entera.
Ahora una pregunta para pensar, y que la resuelvan los más listos ¿qué habrá detrás de esa cesión monopolística? en el aire la respuesta que todos sabemos.
Iniciativa Un carné de conducir para personas con dificultades para leer
Una veintena de gitanos asisten a un curso especial para obtener el permiso


«Hace un mes me paró la Guardia Civil cuando iba con la furgoneta camino de la feria de Tui. Me pusieron 500 euros de multa y 23 días de trabajos sociales. Aún no me ha llegado la notificación a casa», cuenta Luis García Jiménez, 31 años, vendedor ambulante. Luis es unos de los 24 alumnos matriculados en el curso especial para obtener el carné de conducir que ha organizado la Asociación del Pueblo Gitano de Galicia. «Tengo dos hijos y necesito el carné para trabajar, para ir a las ferias. Me había matriculado muchas veces en la autoescuela pera no había forma».
Ana Curra, profesora del centro de Formación AEIA, explica las partes de la vía mientras exhibe una proyección en la pantalla. «Yo me encargo del aprendizaje y la alfabetización de los alumnos», indica esta docente.
Las clases teóricas se desarrollan por las tardes en unos módulos prefabricados situados en el alto de San Cosme, la frontera natural entre Vigo y Mos. «Hemos elegido este lugar porque permite asistir a las clases a los alumnos procedentes de Vigo y a los de O Porriño», explica Sinaí Giménez, presidente de la Asociación del Pueblo Gitano, entidad que ha organizado el curso. Las clases están financiadas por esta asociación, la Vicepresidencia de Igualdade e Benestar y la Diputación de Pontevedra.
Enfermedad
Todos los asistentes son de etnia gitana y trabajan en la venta ambulante excepto Jorge Martínez, un payo que trabaja en la Asociación del Pueblo Gitano.
Juan Camacho Monteiro es uno de los jóvenes alumnos del curso. Tiene 18 años, reside en Vigo y se dedica a la venta ambulante en la zona de Santiago de Compostela. A pesar de que una especie de gripe lo mantiene estos días al ralentí, escucha con interés las explicaciones de Ana Curra. «Tratamos de recalcar los conceptos», subraya la profesora. Juan necesita obtener el carné porque «mi padre está enfermo y a veces no puede llevar la furgoneta».
La alumna más joven ni siquiera tiene edad para poder llevar un coche. Sara Jiménez ha cumplido 16 años y espera obtener el teórico a finales de diciembre, con la esperanza de poder examinarse del práctico cuando cumpla la mayoría de edad. Por ahora no trabaja, se queda en casa cuidando de sus hermanos menores mientras los padres trabajan en la feria, donde la crisis también ha hecho mella. «La cosa está muy mal. Si antes el cliente compraba dos pares de zapatos en el mercadillo, ahora se lleva uno y estira su uso», apostilla Sinaí Giménez.
El promotor de este curso de conducción resalta que es muy importante dar facilidades a este colectivo, que tiene enormes dificultades de comprensión lectora y necesita transportar mercancías. Juan Bautista Rodríguez, profesor de la cadena de autoescuelas San Gregorio, se encarga de hacerles las cosas más fáciles. Para ello ha diseñado unos test con un lenguaje más sencillo y comprensible.
Iniciativa pionera
Este tipo de cursos ya se han llevado a cabo en otras comunidades, pero es la primera vez que se realizan en Galicia, según Giménez, que confía en que después de Navidades, y con ayuda de la Administración, puedan llevarse a cabo otros cursos similares en el resto de Galicia

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