Cuba Los cubanos podrán comprar neveras y ordenadores, pero no calentadores de agua
Algunas prohibiciones se justificaban por el excesivo consumo eléctricoAutor:
Tal como anunció recientemente el presidente cubano, Raúl Castro, ha comenzado el proceso de eliminar medidas y restricciones obsoletas con la autorización para la venta de ordenadores, deuvedés y otros equipos. ?El comentario anda por las calles hace días, pero aún no ha sido publicado en la prensa.
«¿Te enteraste? Van a vender equipos de deuvedé y ordenadores», le dice el profesor Jorge Oliva al joven informático Alain Martínez, quien se asombra al saber que no se trata de una broma. «Era lo lógico, aunque no pensé que pudiera pasar tan pronto», responde.
Y es que esta es una de las tantas prohibiciones consideradas obsoletas e incluso absurdas por la mayoría, que el recién estrenado gobernante cubano Raúl Castro acaba de derogar. Además de ordenadores y equipos de reproducción de imagen, los cubanos tendrán la posibilidad de comprar microondas y otros electrodomésticos hasta ahora ausentes del mercado nacional, si bien otros como duchas eléctricas y aparatos de aire acondicionado tendrán que esperar su turno, por ser considerados altos consumidores de energía.
Esta regulación ahora anulada tuvo su origen en una serie de medidas tomadas para disminuir el consumo eléctrico y que habían perdido sentido en los últimos tiempos al incentivar el propio Gobierno la utilización de la energía eléctrica para cocer alimentos y para otras labores del hogar.
Algunas prohibiciones se justificaban por el excesivo consumo eléctricoAutor:
Tal como anunció recientemente el presidente cubano, Raúl Castro, ha comenzado el proceso de eliminar medidas y restricciones obsoletas con la autorización para la venta de ordenadores, deuvedés y otros equipos. ?El comentario anda por las calles hace días, pero aún no ha sido publicado en la prensa.
«¿Te enteraste? Van a vender equipos de deuvedé y ordenadores», le dice el profesor Jorge Oliva al joven informático Alain Martínez, quien se asombra al saber que no se trata de una broma. «Era lo lógico, aunque no pensé que pudiera pasar tan pronto», responde.
Y es que esta es una de las tantas prohibiciones consideradas obsoletas e incluso absurdas por la mayoría, que el recién estrenado gobernante cubano Raúl Castro acaba de derogar. Además de ordenadores y equipos de reproducción de imagen, los cubanos tendrán la posibilidad de comprar microondas y otros electrodomésticos hasta ahora ausentes del mercado nacional, si bien otros como duchas eléctricas y aparatos de aire acondicionado tendrán que esperar su turno, por ser considerados altos consumidores de energía.
Esta regulación ahora anulada tuvo su origen en una serie de medidas tomadas para disminuir el consumo eléctrico y que habían perdido sentido en los últimos tiempos al incentivar el propio Gobierno la utilización de la energía eléctrica para cocer alimentos y para otras labores del hogar.
«Me parece muy bien la medida, para el que pueda comprarlos, pero para mí no cambia nada», puntualiza Rosa María López, enfermera de un hospital pediátrico. Lo cierto es que aunque aún no se conocen los precios que tendrán estos equipos en la red de comercio minorista, al ser vendidos en pesos o moneda convertible, quedarán automáticamente fuera de las posibilidades del bolsillo de la mayoría de los trabajadores, que devengan un salario en moneda nacional equivalente a unos 15 o 20 pesos no convertibles, cuando una botella de aceite cuesta más de dos.
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