Xavier Melgarejo: "La escuela finlandesa está abierta y al servicio de la comunidad, aquí todo son puertas cerradas"
"Todo
está pensado para que los estudiantes de magisterio reciban una formación de
máxima calidad, por eso la profesión está tan valorada socialmente"
"En
Finlandia la descentralización es tan grande que el 90% del currículo se elabora
municipalmente, pero para hacer eso tienes que formar a los maestros para que
puedan crear contenidos y confiar en ellos"
"El
80% de las familias finlandesas van una vez a la semana a la biblioteca a
leer"
Pau Rodríguez -
Barcelona. 13/01/2013
Xavier
Melgarejo, experto en el sistema educativo finlandés, en la escuela Claret de
Barcelona. / Carmen Secanella
Cuando
se analizan los sistemas educativos, a menudo Finlandia aparece como la
referencia, por su presencia continua al frente de los informes PISA de la OCDE.
Pero ¿cómo lo hacen para obtener los mejores resultados del mundo? Xavier
Melgarejo, licenciado en Psicología y doctorado en Pedagogía, se ha dedicado
voluntariamente durante más de una década a descubrir las claves del éxito del
sistema educativo finlandés. Desde su despacho en la escuela Claret de
Barcelona, centro del que ha sido el director, Melgarejo intenta que sigamos
el ejemplo de Finlandia.
La
primera pregunta es obligada. ¿Cuál cree que es el secreto de la excelencia en
los resultados de los alumnos finlandeses?
La
fórmula del éxito del modelo finlandés es muy compleja, pero si me tuviera que
quedar con un factor, sería sin duda la brillante formación y selección de su
profesorado. Por eso van por delante de todos los demás países, no sólo del
nuestro.
¿Qué
pasos debe seguir un estudiante para ser maestro?
Para
empezar, tener una media del bachillerato y de la reválida superior al 9 sobre
10. Luego, cada facultad hace tests y entrevistas personales, y además de
valorar el rendimiento miden también el grado de sensibilidad. Por muy brillante
que sea el alumno, si no ha estado nunca en un grupo de ocio o no ha hecho nunca
de voluntario en una red de apoyo a inmigrantes, por ejemplo, es probable que no
lo seleccionen. Sólo en torno a un 6% de los aspirantes entran en las facultades
de magisterio, porque una cantidad enorme de jóvenes quieren ser docentes.
Y
después de la selección, ¿como son los estudios?
Tienen
muchos más créditos. Se realizan alrededor de 6.000 horas de estudio, el triple
que en España. Además, tienen que hacer una tesina y unas prácticas en escuelas
de alta calidad donde el profesorado que trabaja en ellas es el mejor del país.
Por lo tanto, todo está pensado para que los estudiantes de magisterio reciban
una formación de máxima calidad. Por eso la profesión está tan bien valorada
socialmente. Es un honor ser maestro, en Finlandia.
Aquí
el profesorado está en pie de guerra con la Administración, tanto la catalana
como la central.
Aquí
los docentes luchan mucho, hacen grandes esfuerzos. Con las condiciones adversas
actuales, es sólo gracias al profesorado que el fracaso escolar no es todavía
más elevado. En Finlandia el abandono escolar, a pesar de haber crecido bastante
en los últimos años, no llega al 9%, mientras que aquí supera el 25%. Y la
política aquí tampoco ayuda, claro.
¿En
Finlandia hay consenso en torno al sistema educativo, o también se cambia la ley
en función del color del partido de Gobierno?
Hay
un consenso tan grande que, sólo el currículo, se retoca cada diez años. Y las
leyes duran mucho más porque se aprueban con los dos tercios del Parlamento. Las
tocan aproximadamente cada treinta años. Si no hay un pacto de Estado, la
educación está en crisis, porque el profesorado está desconcertado.
Con
el nuevo anteproyecto de ley que prepara el ministro José Ignacio Wert, ¿nos
acercamos o nos alejamos del sistema finlandés?
Ni
lo uno ni lo otro. Según la OCDE, en este siglo habrá seis escenarios de
sistemas educativos. Uno de ellos será el burocrático, y actualmente el sistema
español tiene en un 80% los rasgos de este modelo: la escuela debe responder a
todos los problemas de la sociedad (desde la educación vial hasta la sexual) con
un currículum muy centralizado. Además, la educación debe abarcar todas las
etapas del niño, desde la infantil hasta la postobligatoria. La principal
característica de este modelo es la igualdad. Ahora lo que quiere hacer el PP
con la LOMCE es virar hacia el modelo llamado de mercado, que tiene cosas
buenas, como el hecho de favorecer la innovación, pero que rompe con la
igualdad. En este escenario, la escuela debe servir para producir trabajadores
adaptados al mercado, ya no puede estar aislada como hasta ahora.
Y
el modelo finlandés, ¿cerca de qué escenario se encuentra?
Está
entre los llamados "Corazón de la comunidad" y "Comunidad de aprendizaje".
Entiende la escuela como el corazón de la comunidad, un motor social, un centro
cultural, el lugar más importante del pueblo y allí donde se destinan los
primeros recursos. Todas las escuelas son públicas y están abierta y al servicio
de la comunidad: los padres pueden participar, se pueden formar para ayudar, hay
actividades extraescolares, los ordenadores quizás están al servicio de todos
los ciudadanos... Las puertas de la escuela están abiertas. En cambio aquí todo
son puertas cerradas. Las características principales de este modelo son la
equidad y la calidad.
Explicaba
que en nuestro modelo el currículo está muy centralizado. Si se aprueba la
LOMCE, el 100% de los contenidos de las asignaturas troncales los elaborará el
Ministerio.
En
Finlandia la descentralización es tan grande que el 90% del currículo se elabora
municipalmente. Creen que quien debe adaptar los contenidos debe ser la gente
más cercana a la comunidad. Pero para hacer eso tienes que formar a los maestros
para que sean capaces de crear contenidos. Y confiar en ellos. En Finlandia no
hay inspectores de educación. Y serían impensables, como quiere aprobar el
ministro, reválidas elaboradas por el Estado en primaria.
Uno
de los argumentos a favor de estas evaluaciones es que servirá para detectar
pronto las dificultades de los alumnos y así evitar el fracaso
escolar.
No
me parece mal. En Finlandia el fracaso también se combate desde el inicio. Pero
el problema es que, una vez se detecte, ¿cómo se actuará? Porque recursos no
hay. Además, ¿el profesorado está preparado para gestionarlo? Si en clase tienes
un niño con TDA, otro que tiene dislexia, uno con problemas auditivos... y no
tienes recursos extra, ¿qué haces? Es un desastre. Sobre todo, con las ratios
que tenemos aquí.
¿Cuántos
alumnos hay en las aulas finlandesas?
Unos
15 o 16 niños por aula. Y cuando hay alguno con problemas graves, como autismo,
por ejemplo, sólo hay diez. Y teniendo en cuenta que el alumno que tiene estos
problemas cuenta con apoyo especial.
Y
el fracaso, pues, ¿cómo se combate?
A
la que ven que un alumno tiene dificultades, le destinan todos sus recursos:
logopedas, psicólogos especializados... Hace unos días escuché al embajador de
Finlandia en Madrid que decía que su hija había tenido dificultades en un curso
inicial de matemáticas. Le buscaron un pedagogo específico en la materia y, en
tres sesiones, le desbloquearon el problema. A veces se trata de que alguien
entienda cómo afrontar el problema desde el inicio.
¿No
es cuestión de trabajar más horas?
En
primaria, en Finlandia hacen 608 horas lectivas, mientras que en España, 875.
Así que no hay una correlación entre el número de horas lectivas y éxito
escolar.
Y
aún sabiendo que la mejor solución para combatir el fracaso escolar es atacarlo
desde el principio, en Finlandia los niños y niñas no se escolarizan en la etapa
infantil. ¿Cómo es eso?
La
etapa infantil es importante, pero tampoco es determinante. Al menos en
Finlandia lo ven así. Quizás aquí es mejor que los niños y niñas vayan a la
guardería por cuestiones de equidad, especialmente cuando las familias tienen
dificultades económicas o déficits culturales.
Y
si no apuestan por la educación infantil, ¿cómo es que desde pequeños ya lideran
los rankings de PISA?
Una
de las razones, como siempre, es que el profesorado está muy bien formado. Y la
otra es que, en contra de lo que dicen muchas corrientes actuales, los
finlandeses creen que por razones neurológicas la lectura y la escritura se
aprenden mejor a la edad con la que entran en la escuela, alrededor de los siete
años. Y a los nueve años ya son primeros del mundo en comprensión lectora,
cuando nosotros o los franceses o muchos otros llevan años trabajando...
Así
pues, ¿apuestan por la comprensión lectora?
Sí.
Para ellos es un pilar fortísimo, y en ello la familia ayuda mucho. Todos leen
en casa. Allí tienen el mayor número de libros y bibliotecas por habitante del
mundo, y el 80% de las familias van una vez a la semana a la biblioteca a leer.
Toda la comunidad presiona a los niños para que se acerquen a la lectura. Por
ejemplo, la televisión es subtitulada. Los niños miran los dibujos animados y
¡se esfuerzan en leer para saber qué dicen!
Subtítulos
aparte, ¿por qué cree que esto aquí no pasa?
Es
complicado. Ellos tienen desde pequeños este modelo de lectura como un vector de
crecimiento personal y de igualdad. Creo que en España y en Catalunya la
formación personal no es un valor central del país. Aquí lo que cuenta es ganar
dinero, hacerse rico, y no enriquecerse humanamente. Que a algunas reuniones de
padres, en clases de 25 niños, se presenten sólo siete, es un fracaso de nuestra
sociedad. Un reflejo de nuestra comunidad.
Tampoco
ayuda el nivel de pobreza infantil, que supera el 20%. ¿Cuál es la situación
en Finlandia?
Antes
de la crisis era de entre un 4 y un 5%, y ahora ronda el 9%. Pero el grado de
ayudas que hay allí no se puede comparar. En Finlandia las becas comedor no
existen: todo el mundo tiene que comer en la escuela, y lo paga el ministerio de
Bienestar Social, para evitar que el niño se vaya a comer a casa y se encuentre
la nevera vacía, que es lo que pasa en muchas casas aquí, una catástrofe. El
material escolar y los libros también son gratuitos, aunque si los pierdes los
tienes que pagar. Lo que hace la Administración finlandesa es dar dinero a la
dirección del centro, y el director decide cómo distribuirlos concretamente.
Ahora bien, ¿qué ocurre si el director lo hace mal?
Uste
dirá.
Pues
que el alcalde tendrá que despedirlo. Porque si no en las próximas elecciones el
que se tendrá que ir será el alcalde. La gente verá que la escuela no funciona,
y son sus hijos, ¡su patrimonio más preciado! Y no lo votarán.
Xavier
Melgarejo. / Carmen Secanella
No hay comentarios:
Publicar un comentario