Los políticos del signo que sean no merecen respeto alguno, llegan sin un duro y se hacen extremadamente adinerados sin asumir de forma alguna sus graves actos de la gestión que se les encarga, hacen de la cosa pública su casa sin dar explicaciones ni asumir responsabilidades, no rinden cuentas a pesar de someter a las Instituciones a situaciones de ruina, tratan al ciudadano cliente como imbéciles. Es hora de levantarse y exigirles a todos responsabilidades.
Los fondos de reptiles destapan la trama del PSOE-A para controlar a los medios.
Las denuncias del PP de Andalucía, y sobre todo de su secretario general, Antonio Sanz, sobre el uso por parte del PSOE-A de dinero procedente de los fondos de reptiles de los falsos ERE para comprar medios de información (sin dar nombres) no son más que la punta del iceberg de la ruina mediática que amenaza al socialismo andaluz. Las claves de este asunto nacen en el grupo Prisa, pasan por el industrial extremeño Alfonso Gallardo y terminan en la imposibilidad de mantener un sistema de medios controlados por el PSOE a través de fondos públicos y apoyos de las cajas de ahorros.
Sanz ha abierto la caja de Pandora p enetrando en el sistema de medios controlados por el PSOE-A. El secretario general del PSOE andaluz insiste desde hace una semana en que 750.000 euros del denominado fondo de reptiles fueron a parar a un periódico (Odiel Información) y una televisión controlados por el PSOE, y en concreto por el portavoz parlamentario de este partido, Mario Jiménez. A cambio, según Sanz, la empresa del propietario del diario le construyó al PSOE su sede en Huelva, un magnífico chalé que en su día provocó todo tipo de comentarios sobre los delirios de grandeza del partido de los pobres.
La operación Prisa-Gallardo
Sin embargo, la realidad va mucho más allá. El origen del caso se remonta cinco años atrás, cuando el Grupo Prisa tuvo que vender sus periódicos provinciales en Andalucía. En los albores de la difícil situación por la qu e atraviesan hoy los medios escritos, Prisa se desprendió de El Correo de Andalucía, Odiel Información -dependiente estructuralmente del anterior- y Jaén, por un montante de 19 millones de euros. Para dar salida a este paquete, desde el PSOE se buscó al empresario extremeño Alfonso Gallardo, que en ese momento proyectaba la construcción de un oleoducto desde la costa onubense a la provincia de Badajoz para suministrar crudo a la futura refinería Balboa.
La interesada relación entre Gallardo, empresario de referencia del PSOE en Extremadura, y los socialistas andaluces, en cuyas manos estaba en gran parte el éxito del proyecto de oleoducto, sobrevoló los círculos políticos y económicos. El empresario, de hecho, no tenía hasta entonces relación alguna con los medios de comunicación e incluso desde su entorno se aseguró e n el momento de la operación con Prisa que la presencia del grupo extremeño en el sector de los medios sería provisional.
El muñidor en la sombra
En cualquier caso, los periódicos que compró Gallardo sirvieron de soporte al PSOE e incluso el ex consejero de la Junta Gaspar Zarrías, el hombre de Chaves para la relación con los medios, prometió su apoyo a la red de diarios de Gallardo para convertirlos en líderes en sus provincias.
La crisis -unida a otros elementos, como la red- ha provocado la complicada situación por la que atraviesa el sector de la prensa, y Gallardo se ve ahora obligado a vender el paquete que compró a Prisa. En el caso del periódico que ha recibido fondos de reptiles, Odiel Información, fue el PSOE de manera directa o mediante persona interpuesta el que se hizo cargo del rotativo, apoyándolo con fondos públicos, aunque sin éxito ya que este periódico ha presentado un ERE para 20 trabajadores de su plantilla.
Aportes a la red
Se da así el caso curioso de que una empresa editora, Odiel Press, que consiguió fondos de reptiles del caso ERE, uno de los mayores escándalos de corrupción que se han producido en Andalucía, se ve sometida a un ERE después de que se le inyectasen unos 300.000 euros que se le inyectaron.
La ruinosa situación de este grupo unida a la precariedad de otros como es el caso de Publicaciones del Sur que, como publicó en su día El Confidencial, necesitó de los oficios de Iván Chaves, hijo del ex presidente de la Junta, para conseguir fondos comerciales, evidencian la caída de gran parte del imperio mediático prosocialista en Andalucía. Y en este tiempo de estertores, en el que los medios necesitan fondos de las instituciones ante el repliegue de la economía privada, el PSOE, con la pérdida de ayuntamientos y diputaciones, empieza a verse mermado de recursos para mantener la red mediática que controla.
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