3 abr 2009

Hágase Diputado o Senador, no lo dude, haga nuestro curso de Diputado.


¡Qué tropa! Los diputados se van casi tres semanas de vacaciones de Semana Santa

Parlamento


(PD).- ¡Qué tropa! Y con la que está cayendo. Sus Señorías acaban de volver de sus casi dos meses de vacaciones navideñas (desde el 16 de diciembre de 2008 hasta el 10 de febrero de 2009) y ya están de nuevo en el chiringuito, a la sombra, o en tumbados al Sol en la arena. Desde este jueves hasta el próximo 21 de abril el Congreso de los Diputados cuelga el cartel de cerrado por vacaciones. Los representantes del pueblo acababan de regresar de otro puente de dos semanas, a finales de febrero, con motivo de las elecciones vascas y gallegas.
El Partido Popular trató de evitar que se produjera esta vergonzosa situación. Según informa El Confidencial, el partido de Mariano Rajoy pidió al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, un pleno extraordinario justo después de Semana Santa. Sólo el PNV apoyó la petición 'popular'. El resto de grupos de acordó de la playa y el chiringuito y apretaron el votón del "No".
El Congreso, pues, vuelve a quedarse sin un alma hasta el próximo día 21 de abril. Sólo algunos, excepcionalmente, regresarán este martes, día 7, para asistir a la comparecencia de Carme Chacón ante la Comisión de Defensa, la del vodevil de Kosovo.
Estas tres semanas de vacaciones vienen un mes después de las dos semanas que los diputados se 'pillaron' a raiz de las elecciones vascas y gallegas.
NO RENUNCIAN A SU ELEVADO SUELDO
Eso sí, sus señorías no renuncian a su alto sueldo. El salario mínimo de un diputado es de 3.996 euros al mes, que puede llegar a los 6.500 por otros conceptos. Este mes de febrero, por ejemplo, sus señorías sólo trabajarán seis días de sesiones plenarias y cuatro de ponencias y comisiones, lo que supone que por cada día trabajado han cobrado 399 euros.
El sueldo de los políticos es quizá la única cuestión que apenas suscita polémica o debate alguno en el seno de las Cortes y en cambio genera recelos entre la mayoría de la ciudadanía.
Su regulación es incluso cada año una de las resoluciones que menos publicidad logra de cuantas pasan por las dos cámaras, seguramente porque los diputados son conscientes de que su situación está muy por encima de la media de los trabajadores a los que representan.
Sueldo, gastos de representación o de libre disposición, ayudas para el alojamiento o para el transporte, dietas, pensiones, cotizaciones a la Seguridad Social sin límite temporal tras abandonar el Congreso, pagas millonarias para cónyuges viudos o hijos huérfanos, y hasta ordenadores a precio de ganga son inherentes a los 350 escaños que el próximo domingo repartirán los españoles.

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