11 mar 2009

Carta abierta al nuevo Presidente de Estados Unidos


1 Adaptado por FEAE-CLM para socios y amigos James P. Comer Maurice Falk es el profesor de psiquiatría infantil en la Universidad de Yale, en New Haven, Connecticut, y el fundador de la Yale Child Study Center "Programa de Desarrollo de la Escuela"

Carta abierta al Presidente de los Estados Unidos Señor Presidente: Durante los próximos años expondrá sus posiciones sobre cuestiones importantes relacionadas con las necesidades de la nación y de nuestro fu-turo colectivo. Me dirijo a usted para afirmar que ninguna de estas es más importante que la educación de nuestros jóvenes. Y no es menos, la necesi-dad de una reconceptualización -la resolución de problemas- de la educa-ción. Es la cuestión más importante porque la familia, el trabajo, el bienes-tar económico, la defensa nacional, la tranquilidad interior, y el manteni-miento y la mejora de nuestra democracia están interrelacionados y vincu-lados a la calidad de nuestro sistema de educación. Es preciso reconceptua-lizar la educación tradicional porque se basa en un concepto equivocado: la creencia de que las capacidades académicas de aprendizaje son casi exclu-sivamente el resultado de la inteligencia genéticamente determinada. A pe-sar de las importantes pruebas en contra, todavía existe una generalizada suposición de que tal inteligencia es, en gran medida, responsable del do-minio en la escuela y el éxito en la vida. Estas bases conceptuales han con-tribuido a un plan de estudios centrado en la escuela, la enseñanza y la evaluación; relacionado con el educador y su preparación; la práctica y los planteamientos políticos; que, aunque insuficientes, son complejas y pro-fundamente arraigadas, por lo tanto difíciles de cambiar.
Pruebas de la moderna investigación social, psicológica, educativa y de la ciencia biológica indican que la expresión de la inteligencia individual es un producto de la calidad de las interacciones, desde el nacimiento hasta la madurez, entre un individuo y su medio ambiente. Principios de fijación y de unión, junto con múltiples interacciones medioambientales, permiten promover o limitar, el desarrollo del cerebro y su funcionamiento, así como la forma social interactiva, psico-emocional, moral-ético, lingüístico, cogniti-2 Adaptado por FEAE-CLM para socios y amigos vo-intelectual y competencial. Debido a que estas competencias de desarro-llo están íntimamente vinculadas a los logros académicos, los jóvenes que reciben interacciones en entornos razonablemente buenos tienen la mejor oportunidad de éxito en la escuela y en la vida. Sin embargo, muchos niños no tienen estas circunstancias favorables de desarrollo. Como resultado, muchos de ellos están insuficientemente preparados para la escuela. Hasta hace 30 años, esto no fue un problema importante debido a que la mayoría podía trabajar en la agricultura y las economías industriales con poca educación y cumplir con todas sus tareas y responsabilidades de adultos. Hoy, sin embargo, los niños de entornos poco estimulantes deben permanecer en la escuela y tratar de obtener una edu-cación universitaria o equivalente. Escuelas para pensar y actuar a partir de las creencias y las estructu-ras tradicionales, rara vez se preparan para crear una cultura escolar y un sistema de relación de experiencias que puedan superar los efectos negati-vos del subdesarrollo y dar a esos estudiantes una buena oportunidad para la escuela y la vida de éxito. A los estudiantes de las familias, las redes fa-miliares, y las escuelas que están más marginados de la situación económi-ca y social se les niega, en cantidades desproporcionadas, la oportunidad de tener éxito. El limitado éxito inicial de esos estudiantes y sus profesores, y las re-acciones al mismo, son las causas profundas de las escuelas de bajo rendi-miento y la consiguiente desmoralización, insatisfacción de la comunidad y docentes. Sin experiencias exitosas de desarrollo, los estudiantes contribu-yen en gran medida a nuestra tasa de abandono escolar, así como una lista de salud, comportamiento, seguridad, y otros problemas sociales y econó-micos. Existen abundantes pruebas, directas e indirectas, que los estudian-tes de todos los orígenes pueden prosperar en entornos diseñados para promover su desarrollo. Dado el efecto que en los jóvenes produce el desa-rrollo de la interacción constructiva entre los que les rodean, y el hecho de que muchas personas de la escuela no están adecuadamente preparadas para proporcionar estas interacciones, el lugar obvio para comenzar un pro-grama destinado a efectuar la mejora de la escuela está en la preparación, el apoyo y la práctica de los futuros educadores.
vo-intelectual y competencial. Debido a que estas competencias de desarro-llo están íntimamente vinculadas a los logros académicos, los jóvenes que reciben interacciones en entornos razonablemente buenos tienen la mejor oportunidad de éxito en la escuela y en la vida. Sin embargo, muchos niños no tienen estas circunstancias favorables de desarrollo. Como resultado, muchos de ellos están insuficientemente preparados para la escuela. Hasta hace 30 años, esto no fue un problema importante debido a que la mayoría podía trabajar en la agricultura y las economías industriales con poca educación y cumplir con todas sus tareas y responsabilidades de adultos. Hoy, sin embargo, los niños de entornos poco estimulantes deben permanecer en la escuela y tratar de obtener una edu-cación universitaria o equivalente. Escuelas para pensar y actuar a partir de las creencias y las estructu-ras tradicionales, rara vez se preparan para crear una cultura escolar y un sistema de relación de experiencias que puedan superar los efectos negati-vos del subdesarrollo y dar a esos estudiantes una buena oportunidad para la escuela y la vida de éxito. A los estudiantes de las familias, las redes fa-miliares, y las escuelas que están más marginados de la situación económi-ca y social se les niega, en cantidades desproporcionadas, la oportunidad de tener éxito. El limitado éxito inicial de esos estudiantes y sus profesores, y las re-acciones al mismo, son las causas profundas de las escuelas de bajo rendi-miento y la consiguiente desmoralización, insatisfacción de la comunidad y docentes. Sin experiencias exitosas de desarrollo, los estudiantes contribu-yen en gran medida a nuestra tasa de abandono escolar, así como una lista de salud, comportamiento, seguridad, y otros problemas sociales y econó-micos. Existen abundantes pruebas, directas e indirectas, que los estudian-tes de todos los orígenes pueden prosperar en entornos diseñados para promover su desarrollo. Dado el efecto que en los jóvenes produce el desa-rrollo de la interacción constructiva entre los que les rodean, y el hecho de que muchas personas de la escuela no están adecuadamente preparadas para proporcionar estas interacciones, el lugar obvio para comenzar un pro-grama destinado a efectuar la mejora de la escuela está en la preparación, el apoyo y la práctica de los futuros educadores.
Hace cuarenta años, el Yale Child Study Center comenzó a aplicar los principios de desarrollo del niño y del adolescente a todos los aspectos de la vida de los estudiantes en dos escuelas primarias en New Haven y Conn. Estas escuelas se sabe que tienen los niveles más bajos de progreso y el comportamiento más difícil en la ciudad. Nosotros ayudamos a identificar los elementos que generan la mayoría de los problemas y, a continuación, elaboramos actividades y directrices destinadas a ayudar a crear una cultu-ra escolar positiva. Cultura que hace posible la interacción entre los estu-diantes, docentes, y los padres, que promueve mayores niveles de desarro-llo, nuevos modos de comportamiento, y un mayor aprendizaje. 3 Adaptado por FEAE-CLM para socios y amigos Finalmente, se alcanzaron impresionantes logros académicos y de comportamiento, y el centro comenzó a difundir el modelo, que hemos de-nominado el
Finalmente, se alcanzaron impresionantes logros académicos y de comportamiento, y el centro comenzó a difundir el modelo, que hemos de-nominado el Programa de Desarrollo de la Escuela, a una creciente lista de escuelas que asciende actualmente a más de 1000. Los patrones de éxito y de fracaso en estas escuelas, y los retos de la sostenibilidad apuntan a pro-blemas estructurales de la educación más que a problemas de las personas. Sin embargo, tendemos a culpar a la gente. En general, encontramos que las escuelas y los sistemas de éxito en su incorporación al programa y su aplicación en niños y adolescentes, mu-chos profesionales no pueden integrarse porque se les pide hacer en la práctica algo que nadie les ha preparado para hacer. La queja más común que escuchamos de los maestros y administradores en las "Academias de formación" es que no se han previsto en sus programas de formación el co-nocimiento y las habilidades necesarias para crear en la escuela culturas que promuevan el desarrollo de los alumnos. Esto habría hecho que la pro-moción del desarrollo fuera una parte de su identidad profesional, una parte de lo que significa ser un educador. Deben potenciarse los programas de preparación y práctica de los educadores, para se vean así mismos en este papel y puedan llevar a cabo esta importante función con sus alumnos. Ninguna otra intervención en la educación puede ser tan eficaz como ésta. Sin embargo, muchos expertos están convencidos de que las instituciones de formación no pueden y no van a cambiar para dar cabida a este nuevo énfasis. Pueden y deben. Es aquí donde su liderazgo durante los próximos cuatro a ocho años, señor Presidente, podría ayudar a nuestro sistema de educación a estar en los mejores del mundo. Reconociendo que la educación es fundamental-mente una responsabilidad del Estado, debe trabajar primero con los go-bernadores, los departamentos de educación, y otros dirigentes de la políti-ca y la práctica para hacer lo siguiente: 1. Reconceptualizar la tarea de la escuela en nuestra sociedad y los métodos que deben utilizar en el cumplimiento de ella, basada en el mejor conocimiento actual acerca de cómo los jóvenes aprenden y se desarrollan. 2. Desarrollar mecanismos de financiación que recompensen a las instituciones de formación del profesorado que permitan a sus egre-sados aplicar los principios de desarrollo de niños y adolescentes a la enseñanza y al aprendizaje en el aula. 3. Crear equipos de expertos que puedan proporcionar apoyo a los cambios necesarios para los programas de formación y los sistemas escolares.
4. Permitir que las instituciones de educación superior y los distritos escolares puedan trabajar juntos con más éxito, en lugar de mante-ner sus propios "silos" de experiencia e influencia. 4 Adaptado por FEAE-CLM para socios y amigos 5. Comenzar este esfuerzo con un programa, abierto a todos, pero a favor de las comunidades que demuestren un compromiso para ayu-dar a los estudiantes a desarrollar de manera que promueva no sólo su rendimiento académico, sino también su preparación para cumplir las tareas y responsabilidades de adultos. En educación no hay precedentes para la utilización de un sistema de cambio de enfoque basado en la buena teoría y la evidencia científica. En el siglo XX, el Congreso creó el Sistema de Extensión Cooperativa de la Agri-cultura para poner la ciencia en el terreno de los agricultores, y para super-ar la resistencia a los nuevos métodos alimentados por la tradición y la polí-tica. América finalmente se convirtió en el granero del mundo. La educación de América, también, puede ser un ejemplo para el mundo; un modelo para la preparación de todos los jóvenes a participar en la vida económica del país, se convierta en éxito de la familia y los miem-bros de la comunidad, y para ayudar a proteger y promover la paz y la de-mocracia.
5. Comenzar este esfuerzo con un programa, abierto a todos, pero a favor de las comunidades que demuestren un compromiso para ayu-dar a los estudiantes a desarrollar de manera que promueva no sólo su rendimiento académico, sino también su preparación para cumplir las tareas y responsabilidades de adultos. En educación no hay precedentes para la utilización de un sistema de cambio de enfoque basado en la buena teoría y la evidencia científica. En el siglo XX, el Congreso creó el Sistema de Extensión Cooperativa de la Agri-cultura para poner la ciencia en el terreno de los agricultores, y para super-ar la resistencia a los nuevos métodos alimentados por la tradición y la polí-tica. América finalmente se convirtió en el granero del mundo. La educación de América, también, puede ser un ejemplo para el mundo; un modelo para la preparación de todos los jóvenes a participar en la vida económica del país, se convierta en éxito de la familia y los miem-bros de la comunidad, y para ayudar a proteger y promover la paz y la de-mocracia.

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