11 nov 2008

La guerra de las ingenierías, una más dentro de la sinrazón.

La llamada ‘guerra entre las nuevas y las viejas ingenierías’, que discute cómo quedarán estos títulos tras su adaptación al EEES, parece no tener fin, aunque la aprobación de la propuesta efectuada por el Gobierno es inminente. La reforma europea de las universidades tiene que estar terminada dentro de dos cursos y tan sólo queda rematar el cambio de las ingenierías para dejar la nueva normativa completamente cerrada. Es por ello que el Ministerio de Ciencia e Innovación ya ha remitido a las universidades los borradores de la nueva regulación, y se espera que el Consejo de Ministro pueda aprobarla a lo largo de este mes.

Si presumiblemente se aprueban los borradores, tal y como todo parece indicar, seguirían existiendo dos niveles de ingenierías con atribuciones profesionales distintas, lo que indica que, por ley, sólo se podrá acceder a un determinado trabajo según la titulación que se tenga. Para hacer las labores que hoy desempeña un ingeniero técnico habrá que estudiar un grado de cuatro años, y para hacer las labores que hoy le corresponden a un ingeniero superior se tendrá que cursar un máster de uno a dos años. Esto significa que la formación que se reciba en el grado capacitará para el desempeño de unas determinadas tareas, mientras que para otras se exigirá un máster.

En el caso de querer desempeñar la labor que realiza hoy un ingeniero superior se pueden elegir entre dos vías: o bien estudiar un programa que integra grado y máster; o bien estudiar por un lado un grado de alguna de las antiguas especialidades de ingeniería técnica y después un máster. La segunda opción llevaría más tiempo, pero también capacita antes para el desempeño profesional, pues los estudiantes del programa integrado no tendrán atribuciones profesionales hasta la conclusión del mismo.

Distintos frentes

Hasta ahora, la principal discusión sobre los nuevos cambios que se avecinaban se ha centrado en los colegios profesionales, que defendían dos frentes bien distintos. Por un lado, los ingenieros técnicos argumentaban que se debía unificar en uno solo los dos niveles actuales de ingeniería. Por el contrario, los ingenieros superiores consideraban necesario mantenerlos separados. Sin embargo, las decisiones ya están sobre la mesa y el texto enviado a las universidades por parte del Ministerio de Ciencia e Innovación, que dirige Cristina Garmendia y del que depende el Consejo de Universidades, incluye títulos de grado de cuatro años (240 créditos europeos para obtener el título que sustituirá a licenciaturas, diplomaturas e ingenierías) y másteres de uno a dos años (entre 60 y 120 créditos).

Al final, el trasfondo del asunto seguirá más o menos igual que antaño, pues un ingeniero que invierta menos años en su formación se especializará en un área de su campo y podrá trabajar sólo en esa especialidad, mientras que otro que curse un ciclo más largo (un máster, en este caso) recibirá una formación más generalista y científica, con atribuciones en todo su campo.

Cuestiones a tratar

Aunque el cambio de las ingenierías está prácticamente decidido, aún quedan diferentes cuestiones por decidir, entre ellas si serán las antiguas escuelas de ingeniería técnica las que ofrecerán los grados con atribuciones profesionales, y las antiguas escuelas superiores los programas integrados y los másteres. O bien si se procederá a la integración de todas las escuelas para ofrecer todas las posibilidades, bajo la regulación de cada comunidad autónoma.

Pero hasta que se vean todas las opciones posibles, probablemente lo que más preocupa a todos los ingenieros en estos momentos es la ley de atribuciones profesionales y el compromiso del Gobierno de revisarla en un futuro próximo.

Por otro lado, los borradores de la normativa facilitados por el Ministerio a las universidades también inciden en los mínimos a cumplir. En los grados se establecen los contenidos de la formación básica, la común a la rama de ingeniería, la de tecnología específica y el trabajo de fin de carrera. Esto corresponde, aproximadamente a tres cuartas partes de la carrera, mientras que el último cuarto queda a libre disposición de las universidades. Con el máster ocurre igual, al establecerse los planes de un programa que durará como mínimo un año y como máximo dos.

La voz del desacuerdo

Y mientras los borradores están encima de la mesa, a la espera de su aprobación definitiva y casi inmediata, el Instituto de Ingenieros Técnicos de España (INITE) y el Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Industriales han levantado la voz. El segundo ha acusado al Ministerio de Ciencia e Innovación y al Consejo General de Universidades de no tener en cuenta sus alegaciones en la reforma de las titulaciones universitarias. Entre sus peticiones está la reserva de la denominación de ámbito o rama en cada una de las ingenierías de grado, y la eliminación de posibles "másteres integrados" y de especialidades en el grado para dar paso a una formación generalista.

Por su parte, el INITE denuncia que la normativa a punto de aprobarse supone un cambio radical respecto al proceso que se ha venido desarrollando hasta el momento entre Ministerio, Universidades y Colegios Profesionales, "que incluía acuerdos para que las titulaciones de grado fueran de carácter generalista". Según el INITE, "en las ingenierías debería ocurrir lo que se está aplicando en el resto de las ramas de conocimiento: grados con una formación general orientada al ejercicio de actividades de carácter profesional y másteres orientados a una especialización académica o profesional".

Los ingenieros técnicos también protestan porque en los borradores no se establecen reservas de nombre para los títulos de grado en ingeniería, es decir, no se respeta la denominación de ciertas titulaciones técnicas al contrario de lo que ocurre en los títulos de máster. "Se minusvalora de manera ridícula la capacidad profesional de los futuros titulados de grado en la ingeniería, cuyos graduados pierden competencia incluso frente a los actuales ingenieros técnicos", señalan desde el INITE.

Por todo ello, el Instituto de Ingenieros Técnicos de España ha solicitada la paralización de la solución que pretende el Ministerio para la ingeniería, y solicita que se apliquen "los mismos criterios que a todas las demás ramas de conocimiento hasta la promulgación de la reiteradamente solicitada Ley de Atribuciones".

Más información:

Ministerio de Ciencia e Innovación

Instituto de Ingenieros Técnicos de España (INITE)

Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Industriales

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Este es el enlace al Vicerrectorado de Titulaciones y Convergencia Europea (UVIGO) con algo para leer (no sé si para informarse) del tan controvertido tema.

http://webs.uvigo.es/victce/index.php?option=com_content&task=view&id=129&Itemid=60


SALUDOS