Los nuevos señores de la guerra
Los robots tienen hoy en día muchas utilidades, una de ellas es sustituir a los soldados en operaciones de guerra de alto riesgo o precisión
Ejércitos para la guerra global
Un robot resiste mejor las condiciones extremas y sobrevive más tiempo en un fuego cruzado. Y, cuando cae, se repara y se manda de vuelta. Unas cuantas tuercas y tornillos y un equipo de ingenieros de primera clase le salen mucho más a cuenta moralmente a cualquier ejército que devolver cadáveres con honores, montar un buen funeral y pagar pensiones de viudedad.
Según John Pike, director de GlobalSecurity, también está la motivación. "Parte del proceso de crear soldados", afirma, "es eliminar las inhibiciones a la hora de matar; el robot no tiene inhibiciones; matará sin pena ni remordimientos".
Bosnia y Kosovo vieron llegar los primeros aviones de reconocimiento por control remoto
Bosnia y Kosovo vieron llegar los primeros aviones de reconocimiento por control remoto y Afghanistan fue la puesta de largo del Packbot, un robot de 19 kilos armado con GPS, varias cámaras, un lanzador de granadas y un fusil. Pero la segunda Guerra del Golfo, que ya está durando tres años, ha resultado el campo de pruebas perfecto para compañías como Boeing, Northrop Grumman, Lockheed Martin o iRobot (MIT), que compiten por ver quién envía las máquinas más complejas a Irak.
Hace un año se enviaron 18 Swords (Sistemas de Armamento Especiales para la Observación, Reconocimiento y Detección) equipados con ametralladoras M240 y M249, cuatro cámaras y un par de binoculares nocturnos, que les permiten moverse y disparar en la oscuridad. Pueden atravesar muros, aguas poco profundas y caminar entre las llamas.
Pero del laboratorio a Bagdad hay un largo camino y los programadores se impacientan con facilidad. "La tecnología", se queja Helen Greiner, jefe ejecutivo de iRobot, "lleva en laboratorio mucho, demasiado tiempo; esto no es ciencia ficción ni dibujos animados, nosotros lo tenemos aquí".
Guerra por control remoto
En general, las principales líneas de investigación pasan por vehículos por control remoto, desde aviones destinados a patrullar la zona hasta coches que trasladan material, comida y heridos sin conductor.
Little Bird, de la compañía Boeing, es la última novedad, el primer helicóptero autónomo de la historia. Se trata de un MD 530F modificado capaz de más de 450 horas de vuelo sin piloto y sin control remoto, gracias a un complejo sistema de sensores. Sus habilidades incluyen las de reconocer terrenos, distinguir al enemigo y disparar, así como el transporte de heridos, armas y comida.
Las unidades más pequeñas, como los Packbot cumplen cada vez más funciones, principalmente aquellas labores de reconocimiento demasiado arriesgadas para un equipo humano: reconocer el terreno y comprobar que no hay bombas, tanto en carretera como en casas y cuevas; comprobar los heridos en el campo de batalla (principalmente los del otro bando) y montar guardia.
Autor: Marta Peirano.
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