El tedio, la falta de realización personal, la despersonalización de la relación con el paciente y el agotamiento constituyen las variables de riesgo de estrés identificadas en médicos y enfermeros. Las conclusiones surgen de un estudio realizado por la UNNE en el área de salud.
Un estudio realizado por la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) sobre las causas de estrés laboral en el área de la salud, identificó variables de agotamiento emocional tanto en médicos como enfermeros.
En el caso de la enfermería, el tedio y la falta de realización personal fueron las causas más dominantes del riesgo de estrés. Los médicos, en tanto, producto del agotamiento, son propensos a desarrollar actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que trabajan.
El excesivo estrés relacionado con el trabajo lleva a padecer tensiones que se definen como el agotamiento de energía experimentado por los profesionales cuando se sienten sobrepasados por los problemas de los demás.
“Cualquier tipo de trabajo es por sí solo capaz de producir estrés, pero para las personas que deben cuidar, orientar, alentar, comprender, ayudar a otras, el trabajo resulta aún más agotador”, explica Lila Almirón, directora del proyecto en el cual se analizó el estrés laboral en el servicio quirúrgico de un hospital correntino.
“La tarea cotidiana del trabajador de la salud consiste en actividades que requieren de un adecuado manejo cognitivo y emocional, en las que se expone a diversas situaciones decisivas como manejo de pacientes en riesgo, cuidados intensivos y situaciones críticas de salud”, señala la profesional del Departamento de Salud Mental, Medicina Legal y Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNNE, que contó con la colaboración de Gabriela Czernik y Sergio Almeida en el estudio.
En la experiencia se evaluó el “Síndrome de Quemarse por el Trabajo”, una de las denominaciones castellanizadas del término de “Síndrome de Burnout” que describe este síndrome clínico producto del agotamiento.
El tedio fue la variable dominante en el personal de enfermería, fundamentada sobre la monotonía y la repetición del trabajo, por lo que, según la investigación, la poca variación de conductas puede actuar como factor de riesgo para estrés laboral.
También resultó mayor en los enfermeros la “falta de realización personal”, que aparece, a juicio de los consultados, por sentirse decepcionados, descontentos consigo mismos, insatisfechos con los resultados laborales. De acuerdo con el análisis, se asegura que sienten que su trabajo que ofrece escasos retos profesionales, poco interés por el desarrollo y que la tarea realizada dista de ser la que hubieran querido.
Tanto médicos como enfermeros experimentan un nivel comparable de agotamiento emocional.
Los profesionales médicos tienen puntuaciones mayores en el factor “despersonalización”, lo que indica el desarrollo actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que trabajan. Esta es la variable del síndrome que repercute en el ejercicio asistencial y se constituye en un elemento clave en la relación con pacientes y demás trabajadores.
Almirón explicó que el instrumento usado para la evaluación del “Síndrome de Quemarse por el Trabajo”, fue el “Cuestionario Breve de Burnout” (CBB) que obtiene una evaluación global del mismo, así como de antecedentes y consecuencias del síndrome.
“Según los indicadores, la población estudiada no se encuentra afectada muy seriamente por las dimensiones de estrés estudiadas, pero eso podría estar explicado en que la mayoría de los encuestados que aceptó el relevamiento eran profesionales médicos y enfermeros de joven edad”.
En tal sentido, indicó que “a pesar de no detectarse la presencia de Burnout, llama la atención un porcentaje no despreciable de síntomas que denotan una importante tendencia a la sobrecarga laboral”.
Un estudio realizado por la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) sobre las causas de estrés laboral en el área de la salud, identificó variables de agotamiento emocional tanto en médicos como enfermeros.
En el caso de la enfermería, el tedio y la falta de realización personal fueron las causas más dominantes del riesgo de estrés. Los médicos, en tanto, producto del agotamiento, son propensos a desarrollar actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que trabajan.
El excesivo estrés relacionado con el trabajo lleva a padecer tensiones que se definen como el agotamiento de energía experimentado por los profesionales cuando se sienten sobrepasados por los problemas de los demás.
“Cualquier tipo de trabajo es por sí solo capaz de producir estrés, pero para las personas que deben cuidar, orientar, alentar, comprender, ayudar a otras, el trabajo resulta aún más agotador”, explica Lila Almirón, directora del proyecto en el cual se analizó el estrés laboral en el servicio quirúrgico de un hospital correntino.
“La tarea cotidiana del trabajador de la salud consiste en actividades que requieren de un adecuado manejo cognitivo y emocional, en las que se expone a diversas situaciones decisivas como manejo de pacientes en riesgo, cuidados intensivos y situaciones críticas de salud”, señala la profesional del Departamento de Salud Mental, Medicina Legal y Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNNE, que contó con la colaboración de Gabriela Czernik y Sergio Almeida en el estudio.
En la experiencia se evaluó el “Síndrome de Quemarse por el Trabajo”, una de las denominaciones castellanizadas del término de “Síndrome de Burnout” que describe este síndrome clínico producto del agotamiento.
El tedio fue la variable dominante en el personal de enfermería, fundamentada sobre la monotonía y la repetición del trabajo, por lo que, según la investigación, la poca variación de conductas puede actuar como factor de riesgo para estrés laboral.
También resultó mayor en los enfermeros la “falta de realización personal”, que aparece, a juicio de los consultados, por sentirse decepcionados, descontentos consigo mismos, insatisfechos con los resultados laborales. De acuerdo con el análisis, se asegura que sienten que su trabajo que ofrece escasos retos profesionales, poco interés por el desarrollo y que la tarea realizada dista de ser la que hubieran querido.
Tanto médicos como enfermeros experimentan un nivel comparable de agotamiento emocional.
Los profesionales médicos tienen puntuaciones mayores en el factor “despersonalización”, lo que indica el desarrollo actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que trabajan. Esta es la variable del síndrome que repercute en el ejercicio asistencial y se constituye en un elemento clave en la relación con pacientes y demás trabajadores.
Almirón explicó que el instrumento usado para la evaluación del “Síndrome de Quemarse por el Trabajo”, fue el “Cuestionario Breve de Burnout” (CBB) que obtiene una evaluación global del mismo, así como de antecedentes y consecuencias del síndrome.
“Según los indicadores, la población estudiada no se encuentra afectada muy seriamente por las dimensiones de estrés estudiadas, pero eso podría estar explicado en que la mayoría de los encuestados que aceptó el relevamiento eran profesionales médicos y enfermeros de joven edad”.
En tal sentido, indicó que “a pesar de no detectarse la presencia de Burnout, llama la atención un porcentaje no despreciable de síntomas que denotan una importante tendencia a la sobrecarga laboral”.
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