13 feb 2011

Jiddu Krishanamurdi

Jiddu Krishnamurdi 1895 a 1986

La libertad sin fronteras.

Trató de despertar la conciencia del hombre a su propia libertad interior, una libertad que sólo se puede conseguir mediante la profunda investigación de lo que es verdadero.

Escribió: Yo sostengo que la verdad es una tierra sin caminos y que no es posible acercarse a ella por ningún sendero, por ninguna religión, por ninguna secta......,
La verdad, al ser ilimitada, incondicionada, inabordable por ningún camino, no puede ser organizada; ni tampoco puede formarse institución alguna que conduzca o fuerce a la gente a marcharse a través de un predeterminado sendero.....
Esto es lo que se suele hacer: La verdad se convierte así en un juguete para los débiles, para los que se hayan momentáneamente descontentos. Pero la verdad no puede rebajarse; es precisamente el individuo el que debe hacer el esfuerzo de llegar hasta ella, hasta la verdad.
“Insistía, si se crea una organización para este propósito, se convierte en muleta, en una debilidad, en una servidumbre que mutila forzosamente la individuo y le impide crecer, establecer su unicidad que descansa en el descubrimiento que haga por sí mismo de esta Verdad absoluta en incondicionada”.
La libertad de ser libre no procede de fuera, de un maestro, de un guía espiritual, ningún hombre puede ser libre desde fuera, ningún culto organizado puede hacernos libres, desde fuera, ni siquiera la propia inmolación por una causa puede conseguirlo, sólo uno mismo es capaz de conquistar la libertad, sólo se conseguirá si el hombre llega a comprender realmente y, en consecuencia , es capaz de vivir en lo eterno y superar lo relativo, la libertad es consustancial con lo sistémico y no es relativa, o se es o no se es.

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