Mozambique, como todo el territorio Africano, se ve supeditado a la presión internacional y a la sobreexplotación sin capacidad de reacción, todos los que hablamos hacemos eso: hablar; personas como Augusto Rodríguez predican con el ejemplo, no debemos de olvidar que el primer mundo es responsable de todo lo que pasa en Mozambique y en Africa, y muy especialmente los servicios secretos de los países más poderosas, no en vano en mi estancia en Maputo y en Beira cuando presidía el país el fallecido..... Samora Machel y el Frelimo, pude comprobar los graves movimientos contra la supervivencia del país de de los seres humanos que allí mal viven, y en especial , contra los niños y los más débiles.
un reportero vigués en áfrica
Mozambique, paraíso e infierno
El vigués Augusto Rodríguez retrata la realidad del país africano tras su voluntariado.
Mozambique, paraíso e infierno
El vigués Augusto Rodríguez retrata la realidad del país africano tras su voluntariado.
Augusto Rodríguez con algunos de los enfermos de lepra con los que trabajaba. A la izquierda y a la derecha, algunos de los rostros de esta cruel enfermedad. Augusto Rodríguez
AMAIA MAULEÓN - VIGO La luz más maravillosa del mundo; la falta de electricidad y agua. Las miradas limpias y directas de la gente; la resignación de una mujer comida por la lepra. La alegría, los bailes; la incomunicación. La hospitalidad; la muerte. Mozambique es un país de contrastes que entusiasma y aterra en la misma proporción. El reportero gráfico vigués Augusto Fernández ha pasado dos meses como voluntario en las localidades de Pemba y Metoro (Cabo Delgado). Colaboró con una asociación de leprosos, un grupo de alcohólicos y con los reclusos de la prisión de Pemba. Su cámara captó el rostro más amargo de este rincón de África, pero también enfocó las sonrisas, los bailes en las calles y los esfuerzos por crear una esperanza.Con todo este material, ha editado un vídeo con el busca “sensibilizar a la gente”; “lo que nos llega de África tiene poco que ver con la realidad”, asegura. Planea también realizar una exposición en Galicia y todo lo que recaude lo llevará a Cabo Delgado. El próximo mes de mayo viajará a Tanzania, donde prestará su ayuda en la cárcel de Arusa, y quiere volver después a Mozambique para completar su reportaje fotográfico.“Conocer una realidad distinta a la nuestra” fue el objetivo con el que Augusto contactó con las Hermanas de Jesús para unirse como cooperante a sus proyectos en África. El trabajo en la cárcel no le era ajeno ya que, durante cuatro años, ha organizado con los reclusos del régimen de aislamiento de A Lama un exitoso curso de ópera comentada. “No juzgo por qué están ahí ni dejo espacio para la lástima; tan sólo entiendo que es una buena manera de ayudarles”, resume.Pero la cárcel pontevedresa, advierte, “es un paraíso en comparación con la de Pemba”. “Allí los presos están hacinados, en jaulas. La gran mayoría padecen todo tipo de enfermedades como sarna y hongos, por no hablar del sida, que afecta a gran parte de la población”, relata. “Y lo peor de todo es que muchos sólo han robado unas piezas de fruta y esperan un juicio que puede tardar mucho en llegar”, lamenta. El trabajo con Alemo (Asociación de Leprosos de Mozambique) dio al reportero vigués “una lección de superación”. “Es increíble ver a esas personas, algunos con las manos totalmente afectadas, que trabajan la tierra con soltura y elaboran unas esterillas que luego venden”, comenta con admiración.Los problemas de alcoholismo era algo que, en principio, no relacionaba Augusto, ni la mayoría de los occidentales, con África. “Es algo surrealista: y lo padecen también muchas mujeres. Ellas son las que elaboran el nipa, una especie de aguardiente realizado con caña de azúcar. Los compradores se lo hacen probar, para asegurarse de que no es tóxico. De ahí que muchas se enganchen”, explica el cooperante.
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