UNA ROSA EN EL CONGRESO.
Desde el mediodía del 14 de marzo, Rosa Díez , se ha convertido en la madrina moral y ética de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los guardias civiles le debemos mucho, más que nada la comprensión, con eso sólo basta para darle ese título de madrina, yo sólo puedo ofrecerle mi agradecimiento con un romancillo, porque en la literatura del tiempo –nuestro tiempo- la asonancia, es la que queda en la memoria de las gentes, y sobre todo, de nuestra gente.
Los guardias civiles debemos de ser neutrales políticamente y lo somos, pero también debemos de ser agradecidos. Y esta diputada es la única que, nos ofrece la aspirina aliviadora de nuestros dolores.
Gracias Rosa.
Ha tenido que llegar la Rosa
A las Cortes que sufrimos,
Para que, el eco de los guardias
se sienta, como sentimos.
¡los claveles eran sordos
en medio del Hemiciclo!
Ha llegado una Rosa
y, al final somos oídos,
guardias civiles de España,
hay una Rosa entre olivos,
que es la madera más dura
que en esta España de olvidos,
que por no ver su horizonte
parece vernos vencidos.
Nos queda una Esperanza,
una Rosa sin espinos,
de la España más social,
mente clara de prestigio.
Una sola voz, la voz,
un escaño, hermanos míos,
que bajo un día de Euskadi
por recordar que existimos.
Leganés, 20 de marzo de 2009
José Manuel García García (JOSMAN)
Desde el mediodía del 14 de marzo, Rosa Díez , se ha convertido en la madrina moral y ética de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los guardias civiles le debemos mucho, más que nada la comprensión, con eso sólo basta para darle ese título de madrina, yo sólo puedo ofrecerle mi agradecimiento con un romancillo, porque en la literatura del tiempo –nuestro tiempo- la asonancia, es la que queda en la memoria de las gentes, y sobre todo, de nuestra gente.
Los guardias civiles debemos de ser neutrales políticamente y lo somos, pero también debemos de ser agradecidos. Y esta diputada es la única que, nos ofrece la aspirina aliviadora de nuestros dolores.
Gracias Rosa.
Ha tenido que llegar la Rosa
A las Cortes que sufrimos,
Para que, el eco de los guardias
se sienta, como sentimos.
¡los claveles eran sordos
en medio del Hemiciclo!
Ha llegado una Rosa
y, al final somos oídos,
guardias civiles de España,
hay una Rosa entre olivos,
que es la madera más dura
que en esta España de olvidos,
que por no ver su horizonte
parece vernos vencidos.
Nos queda una Esperanza,
una Rosa sin espinos,
de la España más social,
mente clara de prestigio.
Una sola voz, la voz,
un escaño, hermanos míos,
que bajo un día de Euskadi
por recordar que existimos.
Leganés, 20 de marzo de 2009
José Manuel García García (JOSMAN)
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