Un homenaje al soldado Mozambiqueño
Mientras viva y tenga el sentido completo siempre me acordaré de mi estancia en Africa concretamente en Mozambique, en Maputo y en Beira, lugares muy espléndidos y llenos de una considerable fortuna natural y de una gran pobreza humana, y donde todo se come, o lo hacía yo con el picante piri piri.
En mi paso por Beira, pude comprobar como algunos servicios de inteligencia de otro continente diferían de los europeos y que ponían siempre por encima de cualquier valor humano el valor dólar y con el paso del tiempo pude comprobar como el alejamiento era cada día mayor. Nunca se me olvidará aquellos momentos en los que paseaba... por una zona restrigida del puerto Beireño y me vi sorprendido por un jóven soldado que se puso frente a mí con su viejo Cetme, y viéndome a los ojos pensó qué hacer, le pesó más el lado humano y me agarro del brazo y me dijo : “fuse embora”, consigna que no dudé en seguir, marché a paso acelerado, salí del puerto verdaderamente asustado, no paré de sudar hasta llegar a la habitación de mi hotel.
Cuando recuerdo a este joven soldado de color, siempre veo sus ojos y siempre estarán en mi corazón, fueron momentos en los que uno piensa: ha tenido la oportunidad de darme una patada y tirarme al mar, ese joven soldado siempre estará en mi recuerdo sobre todo por su valor al respetar la dignidad del hombre, en una situación donde las miserias humanas son sangrantes como pude comprobar en las calles de Maputo al pelear por una bolsita de trigo.
Al poco tiempo el carismático practicante y Presidente de Mozambique Samora Machel Presidente del Frelimo, reventaba en el aire en un avión, estoy seguro que hubo quien no obró como lo hizo el soldado mozambiqueño, soldado que desde la pobreza seguirá haciendo sus guardias ; lo que si estoy seguro es de que la mochila de este soldado estará cargada de una obra buena cuyo testimonio aportaré Yo, por el soldado Mozambiqueño siempre en el recuerdo.
Mientras viva y tenga el sentido completo siempre me acordaré de mi estancia en Africa concretamente en Mozambique, en Maputo y en Beira, lugares muy espléndidos y llenos de una considerable fortuna natural y de una gran pobreza humana, y donde todo se come, o lo hacía yo con el picante piri piri.
En mi paso por Beira, pude comprobar como algunos servicios de inteligencia de otro continente diferían de los europeos y que ponían siempre por encima de cualquier valor humano el valor dólar y con el paso del tiempo pude comprobar como el alejamiento era cada día mayor. Nunca se me olvidará aquellos momentos en los que paseaba... por una zona restrigida del puerto Beireño y me vi sorprendido por un jóven soldado que se puso frente a mí con su viejo Cetme, y viéndome a los ojos pensó qué hacer, le pesó más el lado humano y me agarro del brazo y me dijo : “fuse embora”, consigna que no dudé en seguir, marché a paso acelerado, salí del puerto verdaderamente asustado, no paré de sudar hasta llegar a la habitación de mi hotel.
Cuando recuerdo a este joven soldado de color, siempre veo sus ojos y siempre estarán en mi corazón, fueron momentos en los que uno piensa: ha tenido la oportunidad de darme una patada y tirarme al mar, ese joven soldado siempre estará en mi recuerdo sobre todo por su valor al respetar la dignidad del hombre, en una situación donde las miserias humanas son sangrantes como pude comprobar en las calles de Maputo al pelear por una bolsita de trigo.
Al poco tiempo el carismático practicante y Presidente de Mozambique Samora Machel Presidente del Frelimo, reventaba en el aire en un avión, estoy seguro que hubo quien no obró como lo hizo el soldado mozambiqueño, soldado que desde la pobreza seguirá haciendo sus guardias ; lo que si estoy seguro es de que la mochila de este soldado estará cargada de una obra buena cuyo testimonio aportaré Yo, por el soldado Mozambiqueño siempre en el recuerdo.
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