José Carlos Piñeiro y Mari Carmen Cores junto a Adel Korjenic, ayer en la playa canguesa de Rodeira. / m. canosa
Adel, un niño bosnio, pasa el verano en Cangas gracias a la labor de la ONG Cooperación Balcanes.I.G. RIOBÓ / CANGAS Adel Korjenic llegó a Galicia desde su localidad natal de Gorazde, en Bosnia, el 3 de julio. En este tiempo ha aprendido a manejarse de forma asombrosa en español, idioma del que recibe clases desde hace tan sólo dos meses. "Es increíble ver la facilidad que tiene para adaptarse y aprender; es muy inteligente", relatan José Carlos Piñeiro y Mari Carmen Cores, las personas que lo acogen. Adel es el primer niño bosnio que llega a Galicia en el marco del programa que desde hace 10 años lleva a cabo la ONG Cooperación Balcanes con la ayuda de un grupo de voluntarios de la UNED, de la que Piñeiro es delegado nacional. Su objetivo: ayudar a menores que viven situaciones de conflicto.De hecho, el niño que esta pareja de Vigo que veranea en Cangas tiene acogido vivió una situación complicada a causa de la guerra que sacudió su país en el año 95. "Su madre los abandonó a él y a su hermano gemelo cuando estalló el conflicto y ahora vive con su padre y sus abuelos, que subsisten con 150 euros al mes", explican. Su hermano Belmin está también pasando el verano en Ponferrada, donde hay otros 50.Adel no duda ni un segundo cuando se le pregunta por su estancia en Galicia y asegura encontrarse muy bien. Lo que más le gusta, la piscina y la playa. De hecho, está aprendiendo a nadar porque a pesar de sus 10 años y de que por su localidad pasa el río Drina, todavía no sabe. De nuestro país conoce a Fernando Alonso, el Barça y el Madrid. De mayor le gustaría ser profesor, "como Carlos", y cuando lo llevan de compras prefiere los libros y las libretas. Lo cierto es que se le ve muy feliz con su familia adoptiva. La quemadura que su madre le hizo en la cara para diferenciarlo de su hermano apenas se ve ya, oculta tras una gran sonrisa.
Adel, un niño bosnio, pasa el verano en Cangas gracias a la labor de la ONG Cooperación Balcanes.I.G. RIOBÓ / CANGAS Adel Korjenic llegó a Galicia desde su localidad natal de Gorazde, en Bosnia, el 3 de julio. En este tiempo ha aprendido a manejarse de forma asombrosa en español, idioma del que recibe clases desde hace tan sólo dos meses. "Es increíble ver la facilidad que tiene para adaptarse y aprender; es muy inteligente", relatan José Carlos Piñeiro y Mari Carmen Cores, las personas que lo acogen. Adel es el primer niño bosnio que llega a Galicia en el marco del programa que desde hace 10 años lleva a cabo la ONG Cooperación Balcanes con la ayuda de un grupo de voluntarios de la UNED, de la que Piñeiro es delegado nacional. Su objetivo: ayudar a menores que viven situaciones de conflicto.De hecho, el niño que esta pareja de Vigo que veranea en Cangas tiene acogido vivió una situación complicada a causa de la guerra que sacudió su país en el año 95. "Su madre los abandonó a él y a su hermano gemelo cuando estalló el conflicto y ahora vive con su padre y sus abuelos, que subsisten con 150 euros al mes", explican. Su hermano Belmin está también pasando el verano en Ponferrada, donde hay otros 50.Adel no duda ni un segundo cuando se le pregunta por su estancia en Galicia y asegura encontrarse muy bien. Lo que más le gusta, la piscina y la playa. De hecho, está aprendiendo a nadar porque a pesar de sus 10 años y de que por su localidad pasa el río Drina, todavía no sabe. De nuestro país conoce a Fernando Alonso, el Barça y el Madrid. De mayor le gustaría ser profesor, "como Carlos", y cuando lo llevan de compras prefiere los libros y las libretas. Lo cierto es que se le ve muy feliz con su familia adoptiva. La quemadura que su madre le hizo en la cara para diferenciarlo de su hermano apenas se ve ya, oculta tras una gran sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario