Poco o nada puede avanzar una sociedad demócrata, si mantiene el doble rasero que permite a los presuntos delincuentes, convictos en ocasiones de multitud de delitos menores, en la calle, a la espera de juicio, y sin embargo, ingresa en prisión a los agentes de la Guardia Civil, por normativas caducas de régimen interno, que no sólo merman la moral de las bases de la guardia civil, sino que suponen verdadero retroceso democrático y carencias de espíritu renovador en pos de un ideal democrático: la defensa de la libertad, y la garantía de la misma para todo aquel que no haya sido reo de delito, ni condenado culpable por un tribunal con las debidas garantías jurídicas del común de los ciudadanos. Nuestro compañero Antonio Jesús Román Gavira, que ingresa en prisión el próximo lunes día 28 de mayo, no sólo se verá privado de su libertad: será privado de su dignidad como agente, para ser considerado miembro de las FAS, y en función de ello, carecer de jueces de vigilancia penitenciaria, de talleres educativos, de "proyectos hombre" que sean capaces de ayudarle en lo personal, y para colmo de males, ingresa en los únicos centros penitenciarios donde la palabra " REINSERCIÓN", clave en nuestro ordenamiento jurídico, brilla por su ausencia. La REINSERCIÓN nunca fue el objetivo tanto del régimen disciplinario vigente, ni de la ley penitenciaria militar que rige en los centros. Allí la palabra es REPRESIÓN, clave para todo aquel que infrinja normas caducas, obsoletas, irrealizables, o simplemente, carentes de forma. Síntoma inequívoco de que tanto las FAS, como la Guardia CIVIL, que ni siquiera pertenece a las FAS, protegen lo que no disfrutan: las reglas de la democracia. El lunes vuelve a perpetrarse una vez más, en la persona del compañero Gavira, la tremenda injusticia de un sistema caduco, obsoleto, ineficaz, y de una incompetencia tal, que ingresa en prisión a sus miembros, con tal de no modificar estructuras, eliminar el horrendo CPM que atenaza no sólo a los agentes de la Guardia Civil, sino sus mismas actuaciones policiales, que hacen que el agente sea en exceso cauteloso a la hora de prestar su servicio al ciudadano, por temor, repetimos, a ingresar en prisión por una simple falta o infracción administrativa. Como no puede ser menos, la asociación a la que pertenece el compañero Gavira, la UFGCS, estará a su lado en el momento del ingreso. Independientemente de los motivos de tal ingreso, entendemos que estos sucesos no sólo son lamentables, contraproducentes con la disciplina, sino que son perniciosos para el colectivo, y realmente destructores con el agente que los padezca. SECRETARÍA DE COMUNICACION Y PRENSA. http://www.ufgcs.org/"
2 comentarios:
Su opinión, es en realidad una interpretación interesada y unilateral. Puede que el sistema esté caduco, que haya errores etc, etc, pero no se puede justificar, sin dar datos en este caso, conductas delictivas claras, a veces reincidentes, sean de guardias civiles, policías o gente normal. Otra cosa son las reivindicaciones sociales justas, de cualquier colectivo. Justicia si, privilegios no. Se sabe de malos tratos de vds a inmigrantes u otros, a veces con resultado de muerte, tráfico de drogas. U otros colectivos hermanos que se entusiasman pegando bien fuerte a gente que no se puede defender, eso es abuso de poder, aparte de cobardía. No mezclemos historias
Estimado anónimo, respeto su opinión y la comparto en mucho de lo que dice, nosotros hemos luchado y lo hemos hecho a costa de nuestro encarcelamiento para evitar casos de torturas, malos tratos y vulneración de los derechos constitucionales, la mayoría de los miembros FSE , son personas de bien y cometen errores que deben perseguirse.
Por otro lado este artículo no es un comentario mio, es una nota oficial de la asociación de Guardias Civiles UFGC, por lo que estoy seguro que han analizado bien si el compañero era digno de apoyo, y han optado por dárselo, recordar que por nimiedades ingresan en prisión a Guardias Civiles, sólo a Guardias civiles NO a policías ni a otras fuerzas de seguridad del estado. gracias por su comentario.
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